La noticia del trágico accidente en el camino de Sucre hacia Potosí, en Bolivia, que dejó cuatro muertos y 36 heridos fue seguida de cerca en Boca porque ese mismo recorrido deberá realizar el plantel el miércoles para el debut ante Nacional en la Copa Sudamericana. Sin embargo, en el club tienen decidido no realizar cambios en la logística que tenían prevista para el encuentro.
Si bien circularon versiones que aseguraban que las autoridades viales le habían solicitado al club que postergaran el viaje de vuelta tras el partido para el jueves por la mañana, desde el conjunto de la Ribera se mantienen firmes en la idea de regresar de madrugada luego del cruce ante Nacional Potosí.
El plantel que dirige Diego Martínez irá este martes directo hasta Sucre, la capital constitucional de Bolivia y se albergará en un hotel allí porque Potosí no tiene capacidad hotelera para la delegación. Luego de pasar la noche, el mismo día del partido los futbolistas viajarán hacia el estadio Víctor Agustín Ugarte a lo largo de poco más de 150 kilómetros en unas camionetas 4×4 y después de jugar harán el mismo trayecto de madrugada para el retorno.
Por una cuestión de organización, serían 12 vehículos que llevarán repartidos a las casi 60 personas que integran la delegación del Xeneize y que llegarán al recinto del Rancho en dos grupos distintos para luego encontrarse todos en el destino señalado. La buena noticia es que al hacer el viaje en camioneta, el plantel reducirá a la mitad el tiempo del traslado que en colectivo duraría seis horas, el doble.
Luego, la idea es que el mismo jueves por la mañana el plantel tome el vuelo directo a Ezeiza para retomar las prácticas ya que el próximo sábado Boca enfrentará a Newell’s en Rosario por la fecha 13 de la Copa de la Liga en busca de un triunfo que acerque al Xeneize a cuartos de final del certamen, el gran objetivo del grupo en esta etapa y el motivo por el cual muchos de los titulares ni siquiera viajarán a Bolivia.