Brutal agresión en el futsal local: un padre golpeó a un árbitro de 18 años en San Rafael

El joven debió ser hospitalizado por el fuerte golpe que recibió en el rostro y además perdió un diente.

Otro hecho de violencia se registró en el deporte mendocino, durante un partido de futsal entre San Rafael Tenis Club y Club Azul por la categoría C15, cuando el padre de uno de los jugadores de Azul ingresó a la cancha y golpeó con un puño a uno de los árbitros. El encuentro, del sábado pasado en el San Rafael Tenis Club, fue suspendido.

Según expresaron los testigos, luego de esa primera agresión física, hubo más incidentes entre los padres y demás presentes en la cancha 2 del complejo ubicado en calle Deán Funes. El árbitro de 18 años fue asistido por sus colaboradores y retirado hasta los baños del club. Debió ser hospitalizado por la trompada que recibió en el rostro y además perdió un diente.

Las autoridades de futsal local, confirmaron hace instantes que el equipo Club Azul quedó momentáneamente suspendido y se analizará en los próximos días posibles sanciones, las que “serán duras”, según adelantaron.

La misma fuente indicó que “no hemos podido aún hablar con el árbitro golpeado, ya que nos dicen que fue hasta la comisaría para hacer la denuncia. Una vez que tengamos su testimonio analizaremos las sanciones”.

Según el relato de testigos, a falta de 13 segundos para el final, el árbitro expulsó a un jugador del elenco visitante. Eso desencadenó la ira del padre, que sin mediar anticipación, bajó de la tribuna insultando y amenazando, ingresó a la cancha y le pegó una piña al juez.

La barbarie no quedó solo con la agresión a Thiago Mulvihill, si no que los jugadores Azul reaccionaron a la incitación a la violencia del adulto y también uno de los jóvenes de 15 años agredió a Camila Méndez, también árbitro del encuentro, y quien intentaba separar a los violentos y ayudar a su colega. La mujer resultó golpeada en un hombro por parte de uno de los menores.

Por ahora, los partidos de la categoría han sido suspendidos temporalmente hasta que se llegue a una resolución final. Las sanciones podrían abarcar diferentes niveles: desde el jugador expulsado, pasando por el padre agresor, hasta la institución a la que ambos pertenecen.

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