La polémica sigue sin tener fin. Hace un tiempo, el primer ministro del Reino Unido Boris Johnson realizó una fiesta en pleno confinamiento estricto por la pandemia de coronavirus. Esto le salió bastante caro y, según trascendió, podría llegar a ser destituido de su cargo.
De hecho, Jesse Norman, un legislador conservador del Reino Unido, afirmó que Johnson ha perdido su autoridad para gobernar Gran Bretaña. Además, dijo que la permanencia del primer ministro en el poder insultaba tanto al electorado como al partido.
Los habitantes del Reino Unido también muestran su descontento con el mandatario. Cuando Boris asistió a los festejos por el jubileo de la Reina Isabel II, el hombre fue recibido con un coro de abucheos por parte del público.
De todas formas, para que el mandatario sea destituido de su cargo, tendrían que votar en su contra la mayoría de los legisladores conservadores (180). Para algunos sería difícil que se alcance esta nivel, pero si se aprueba habría un concurso de liderazgo para decidir su reemplazo.
