Desde junio y hasta fin de agosto, los 0km por arriba de los $4.300.000 de precio al público deberán pagar el impuesto al “lujo”, como consecuencia del ajuste de la base sobre la que se calcula ese tributo. Ese valor estarán gravados con la primera escala de los Impuestos Internos, que equivale a una alícuota del 20%.
Este cambio se debe a que el monto que se toma para el cálculo impositivo pasará de los $2.648.609, que rige en la actualidad, a un valor de salida de fábrica o distribuidor de $3.016.156, según información a la que accedió Ámbito.
El número surge de un ajuste de 13,877%, correspondiente al aumento de los precios mayoristas de los vehículos en el trimestre de enero, febrero y marzo. A este valor imponible, de salida de fábrica o distribuidor, hay que sumarle el pago del 21% de IVA más el margen de comisión de la red comercial de 15%.
Según el medio, por la forma de cálculo de Internos, una alícuota de 20% equivale a una suba de precio de alrededor de 25%, lo que hace que los modelos que sean afectados queden fuera del mercado. Es por eso que las marcas tienden a mantener los 0 km que ronden ese precio justo por debajo de ese tope para evitar que tributen el recargo fiscal.
Una vez que se actualice la nueva base, los modelos que están “topeados” cerca de la base imponible tendrán un incremento al público acorde con la variación del índice mayoristas, es decir, casi 14%.
Si se toma la cotización actual del dólar blue, los 0 km de más de 21.000 dólares “billete” deberán tributar. Hoy afecta a los de alrededor de 18.500 “físico”. Hay que esperar hasta fin de mes para saber a cuánto cotizará el cambio paralelo.
Este tributo afecta a modelos importados, pero también a varios nacionales y está pensado para gravar a los bienes suntuarios, pero los vehículos que estarán afectados pertenecen a un segmento medio. Hay que tener en cuenta que los 0 km más baratos del mercado están cerca de los $3.000.000. En el caso de la segunda escala, con una alícuota de 35%, la base imponible pasa de $4.889.740 a $5.568.289.