El Banco Central suspendió la fabricación de monedas, ante la suba de los precios internacionales de los metales que se utilizan para elaborarlas y el impacto de la inflación.
Los principales insumos son cobre y níquel, que en los últimos días prácticamente triplicó su valor en los mercados internacionales.
La inflación y devaluación en Argentina han llevado a tomar esta drástica decisión. Cualquiera de las monedas de curso legal vale más como metales que como dinero.
Según el Banco Central, la moneda de diez pesos es fabricada con una aleación de alpaca plateada, 65% de cobre, 10% de níquel y 25% de zinc y pesa 4,75 gramos.
Se trata de la moneda de mayor denominación, aunque equivale apenas a cinco centavos de dólar. En el caso del cobre, la suba acumulada en los últimos meses ronda el 20% en moneda dura.
La de cinco pesos es mucho más pesada (7,30 gramos), y para su fabricación se utiliza “acero electrodepositado con níquel”. Este metal fue noticia en las últimas horas al suspenderse su cotización en Londres por la suba. En los últimos días, su cotización llegó a subir un 250%.
Para el BCRA, ordenar la fabricación de monedas implicará una fuerte pérdida porque no solo están depreciadas sino, además, por el fuerte aumento en el costo de los insumos para la producción.