Análisis y críticas al informe del Mossad que reveló datos sobre los atentados

“Carece de la más mínima seriedad”, apuntó el abogado de la Asociación Mutual Israelita Argentina. “La información es errática y distrae la investigación”, aclaró —en tanto— el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, Jorge Knoblovits. Por su parte, Luciano Mondino, máster en Política Internacional, también realizó un contundente análisis.

El pasado viernes se supo que el Mossad reveló datos desconocidos sobre los atentados a la AMIA y a la embajada de Israel en Buenos Aires, a partir de los cuales se precisó que fueron realizados por una célula de Hezbollah sin ayuda de funcionarios argentinos o agentes iraníes en Argentina.

Esta fue la razón por la cual la propia Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) se refirieron al informe y señalaron que la información “carece de la más mínima seriedad”. También, que “la información es errática y distrae la investigación”.

VER: Revelaron datos desconocidos sobre los atentados terroristas a la embajada de Israel y la AMIA

Ocurrió que una nueva investigación del servicio de inteligencia de Israel, reveló detalles hasta ahora desconocidos de los ataques terroristas llevados a cabo en 1992 y 1994 en Argentina. Según las conclusiones del reporte, publicado en The New York Times, los ataques fueron realizados por una célula de Hezbollah sin ayuda de funcionarios argentinos o agentes iraníes en Buenos Aires.

Al respecto de esta información, Miguel Brofman —abogado de la AMIA— apuntó: “La nota del New York Times no parece un trabajo periodístico serio, está plagado de errores y de afirmaciones directamente absurdas”.

Por su parte, Jorge Knoblovitsel presidente de la DAIAle precisó a Infobae: “La información que trascendió en el New York Times debe tener tratamiento judicial para darle certeza”. En ese sentido, agregó: “Es la Unidad Especial de la causa AMIA la que debe dar certeza a un trascendido a 30 y 28 años de los atentados terroristas en la República Argentina. Sin la intervención fiscal que lleva adelante la investigación, no podremos tener la veracidad de la misma. Esperamos, en consecuencia, la rápida intervención de la Justicia a estos efectos”.

Por su parte, Luciano Mondino, Máster en Política Internacional de la Universidad Complutense de Madrid, también analizó el informe con un contundente hilo de Twitter. “El uso político que están haciendo sobre la nota del NYTimes amerita aclarar algunas cosas respecto al terrorismo, su forma de operar, las fuentes de inteligencia y el atentado a la #AMIA de 1994. ¿El Kirchnerismo sigue buscando desligar a Irán del tema?”, expresa en el inicio de su informe. 

Los puntos más relevantes del informe de Luciano Mondino

“Lo primero que me parece importante diferenciar son las fuentes. Cualquier información puede venir de fuentes abiertas (como por ejemplo un artículo científico, redes sociales, otros medios de comunicación, etc). En inteligencia son llamadas OSINT “Open Source Intelligence”.

Temas ligados al terrorismo y el crimen organizado (desde un ataque terrorista hasta una red de tráfico) usará sí las fuentes abiertas pero se basará, casi en su totalidad, con fuentes de inteligencia o fuentes que no son públicas y provienen de los servicios de inteligencia.

Las fuentes de inteligencia o secretas tienen límites legales para su divulgación y muchas veces no alcanzan para conformar cargas probatorias para defender una acusación ante un juez. Por ejemplo, la causa #AMIA trabajó, en palabras de Nisman, con “informantes de la causa”

Esos “informantes de la causa” eran personas físicas con identidades reservadas y es más que lógico. Un atentado como el de la #amia debía seguirse bajo esta estructura que no está presente en todos los organismos de seguridad (por ejemplo en la policía bonaerense u otro).

Por lo tanto, la nota de Bergman nunca citará más que alguna conclusión y la fuente abierta pasa a ser la misma nota del NY Times. Sin embargo, el artículo muy lejos está de desligar a Irán del tema y cuestiona en realidad la “conexión local” que viene desde la causa AMIA 1″. 

Ya el primer párrafo es muy claro: citando al #Mossad, no rechaza la ejecución de Hezbollah (algo que está en los dictámenes desde 2006) y afirma que ni Irán ni “ciudadanos argentinos” ayudaron en la operatividad.

Un elemento distintivo del terrorismo es que su planificación puede requerir de muchas personas mientras que su ejecución no requiere, ni se estila, a incluir a muchas personas. La #UFIAMIA en el 2013 logró ponerle nombre al supuesto conductor suicida: Ibrahim Hussein Berro.

Más adelante lo vuelve a aclarar: Irán no estuvo en la parte operativa y esto desde siempre fue una posibilidad. No hay nada nuevo por el simple hecho de que los grupos terroristas de Oriente Medio pueden conseguir operatividad por fuera de sus nacionalidades y religiones. Con esto me refiero a que se llegó a investigar, incluso, la posibilidad de participación de Siria en el atentado y eso tampoco desligaría a Irán x el simple hecho de q una minoría chiita siria podría haber actuado por Irán. Lo mismo ocurriría en Líbano o Yemen.

Volviendo a la nota, Bergman vuelve a señalar la amenaza de Hezbollah y en ningún momento saca el foco de esto. Y en todo el mundo, si hay algo en claro, es que Hezbollah no hubiera funcionado sin el patrocinio iraní. Este punto es interesante porque tampoco es nuevo. De hecho, puede acompañar tranquilamente una de las líneas que la causa siguió y que fue la interrupción de los contratos nucleares de Argentina con Irán en los 90′.

La nota hace referencia a los atentados como represalia por la eliminación de Abbas Al Musawi, antecesor del actual secretario de Hezbollah #Nasrallah, y uno de los que más forma le dio al accionar terrorista de la agrupación libanesa. Desde 1982 Hezbollah comenzó a perpetrar ataques con coche bomba (misma táctica que en la #AMIA) como contra la embajada de EEUU en abril de ese año o contra el cuartel y marines franceses en octubre. En 1986 secuestran y asesinan a militares israelíes.

Acá hay otro punto de coincidencia con la justicia argentina y la pista sobre #Irán. Insisto, no son excluyentes y, en el fondo, están apuntando a lo mismo: Irán habría servido, ineludiblemente, como un actor necesario.

Acá hay otro párrafo llamativo: si se refiere a Mohsen Rabbani, vale aclarar que sobre él fue #Interpol (su comité ejecutivo y la asamblea general) quien determinó la imposición de circulares rojas y su pedido de captura siempre evadido.

 

Conclusión del informe:

Honestamente creo que hay una tergiversación y confusión para hacer ruido sobre un tema que es sensible y que lleva 28 años (30 contando el de la embajada) sin dar respuestas ni certezas. Cada año es lo mismo y surgen este tipo de debates que solo generan angustia en las familias. Creo que, si están tan preocupados, deberían preocuparse en nunca haber votado a quienes aparecen en las escuchas que la fiscalía recolectó por más de dos años. Lo más lamentable es que quien más conocía la causa ya no los puede indagar”. 

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