La causa judicial que tiene como protagonista al juez federal Walter Bento alcanza a un ritmo acelerado. El próximo martes 8 de junio se espera que se levante el secreto de sumario y se sumen nuevas imputaciones al expediente.
Entre los nuevos señalamientos se hallan abogados, y clientes procesados o condenados, que solicitarían el servicio del titular del Juzgado Federal Nº 1 de Mendoza para conseguir beneficios. De hecho uno de estos letrados es mencionado desde el principio de la causa pero no se había podido establecer su participación hasta que empezaron a darse las primeras confesiones.
Tras la detención del presunto narcotraficante Walter Bardinella Donoso acontecida en el 2020, y tras la pesquisa del teléfono celular de este, la investigación se centralizó en los abogados.
Los letrados tuvieron un rol fundamental en la asociación ilícita que investiga la justicia, ya que, junto con el vinculante entre los clientes y el Poder Judicial Diego Aliaga, quien fue asesinado en julio de 2020, son parte de varios testimonios. Ello sin contar los mensajes y audios que ya han sido incorporados al expediente como prueba.
Durante los primeros días de mayo, al momento de realizarse una serie de allanamientos en el Gran Mendoza, tres abogados fueron detenidos y hasta sólo uno de ellos continúa detenido. Se trata de Luciano Ortego.
Los otros dos letrados, Martín Ríos y Matías Aramayo, resolvieron declarar como arrepentidos y lograron recuperar su libertad aunque, es dable señalar, continúan imputados por cohecho, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
Estos fueron los encargados de refrendar las acusaciones del fiscal Dante Vega, complicando aún más la situación del presunto jefe de esta asociación ilícita, el juez Walter Bento.
Básicamente se hizo hincapié en el hecho de que eran los encargados de trazar el camino que llevaría a los acusados por algún delito federal a negociar beneficios con Bento a cabio de una suma de dinero.
En su confesión aseguraron que se mandaban mensajes con Bardinella y con Aliaga. Este último era el encargado de dar las instrucciones y además mencionaron que participaron en los beneficios que recibieron los contrabandistas Javier Santos Ortega y Juan Carlos Molina.
Ríos admitió tener una relación directa con Aliaga, a quien se lo considera la mano derecha del juez y hasta dijo que le solicitaba instrucciones de diversos expedientes, ello siempre mientras representaba la defensa de Bardinella.
Los mensajes fueron fundamentales a la hora de imputar a Ríos. Según cuenta diario El Sol, en un texto enviado a Aliaga el 1 de julio de 2019, Ríos le menciona: “Diego, mañana sería bueno vernos por el tema este, que… bueno, por el expediente”. “Dale”, fue la respuesta que recibió dos horas después.
Asimismo, se demostraron las conversaciones con Bardinella. De hecho, el 4 de agosto de 2019 le mandó un mensaje diciendo: “Luciano (Ortego) no me dio la plata y no me la va a dar por lo menos en las buenas”.
“Yo quiero mañana rendir con lo mío, porque la verdad que estoy desesperado por arreglar lo mío, no puedo seguir más en esta situación”, le dice Bardinella a Ríos en un audio.
Otro mensaje entre estos dos sujetos se dio el 5 de agosto del 2019, Allí, el supuesto narco le dice al letrado: “Yo creo que ya están los tiempos, por eso es que estoy insistiendo tanto con este tema; me gustaría firmarte ya como mi abogado, renunciar al otro y hacer todo esto, así podemos meter el trámite”.
Estos mensajes expusieron la forma de operar: se hacía renunciar a otros abogados para que, en este caso Ríos y Aramayo entraran en escena, estos dos establecían el contacto con Aliaga quien, a su vez, se comunicaba con Bento.
Si bien no se menciona al magistrado con su nombre, desde el Ministerio Público y el juez Eduardo Puigdéngolas, entienden que se referían a Bento: “Hola Walter (Bardinella), buen día, ahora me fijo si ya llegó este hombre (sería Bento), yo tengo el escrito hecho para presentar el pedido de esa prueba que queríamos, así que ya me fijo enseguida y te aviso”.
En otro de los mensajes, cuando ya había pasado cierto tiempo, Bardinella le pidió a Ríos que renunciara a su defensa y le devolviera los 2500 dólares que le había dado. Entienden los investigadores que este dinero era parte de la coima que se le pagaba al juez Bento.
Asimismo, Ríos y Aramayo declararon haber participado de forma activa en una causa que tenía como procesados a Javier Santos Ortega y Juan Carlos Molina por contrabando.
Se trata de dos personas que habían traído indumentaria ilegal desde Chile en el año 2019 y, de hecho, Santos Ortega fue el primero en declarar como arrepentido en la causa que complica al juez Bento.
Este hombre declaró haber abonado la suma de 700 mil dólares para que su situación procesal sea menos pesada y fue quien confirmó la manera de operar de esta asociación ilícita.
Ríos y Aramayo explicaron, tal como viene sosteniendo el fiscal Vega, que tras recibir la coima de 700 mil dólares se modificó la calificación de estos contrabandistas y lograron excarcelarlos.
El único abogado aún encerrado es Luciano Ortego, íntimo amigo de Walter Bardinella Donoso y una pieza fundamental en este entramado delictivo que encabezaría Bento.
Si bien en un principio se creyó que iba a declarar como arrepentido, ello no fue así. Esta señalado por vincularse con Badinella, Aliaga, Eugenio Nasi (otro de los 16 sospechosos que tiene esta causa), y algunos colegas. Esto lo puso en la cima de las complicaciones.
El defensor de Ortego presentó un habeas corpus considerando la situación de encierro, algo que la justicia rechazo. Básicamente explicaba que en el marco de la pandemia del coronavirus, su defendido se encontraba sufriendo problemas como EPOC y trombosis en la pierna, por lo que una comisaria no era un lugar donde pudiese permanecer.
El abogado de Bento asegura que su causa tiene como trasfondo la pelea entre Macri y los K