En el marco de esta restricción que impuso el Gobierno nacional por 9 días, y cuyo acatamiento fue avalado las 24 jurisdicciones, los comerciantes mendocinos decidieron abrir los locales “no esenciales”.
“Trabajo al día, no puedo estar sin comer. Hay que salir a la calle lo mismo, hay que cuidarse. No estoy haciendo fiestas clandestinas, estoy trabajando. Tomo todos los recaudos. Hay mucho movimiento y cada vez más comercios abiertos. La gente necesita salir a trabajar”, le contó Enrique al medio La Nación. Se trata de un mendocino ciego que no tuvo otra opción más que sentarse en el microcentro a ofrecer productos de librería e higiene.
“Tuvimos el OK del dueño del local para abrir y decidimos venir en colectivo. Nadie nos controló y estamos trabajando sin problemas”, manifestó en su caso Mariana, empleada de un local de roma de microcentro.
Es que, a pesar de que el Decreto de Necesidad y Urgencia limita las actividades, en lo que refiere a Mendoza existe una suerte de agujero negro teniendo en cuenta que están permitidos los locales de cercanía “no esenciales”, por lo que locales de indumentaria, librerías, jugueterías, decidieron abrir.
Muchos lo hicieron bajo la modalidad take away en caso de que las fuerzas de seguridad aparezcan, sin embargo, policías de Mendoza se mostraron de acuerdo con el hecho de que la gente salga a “ganarse el pan”.
“Los servicios de envío a domicilio de comidas podrán funcionar hasta las 23 y, por lo tanto, los comercios relacionados. El servicio de pase y lleve (take away) en los restaurantes podrán funcionar hasta las 18. También en ese horario y con esa modalidad, podrán funcionar los comercios de cercanía no esenciales”, reza el documento provincial.
“Como escribana, no quedó en claro la restricción. Pero, como no se especificó en un decreto de Mendoza, decidí ir a la oficina y realizar algunos trámites. Hay necesidad de trabajo, es muy difícil seguir en el encierro. Entre todos podemos cuidarnos respetando las medidas de higiene”, comentó una profesional.
La bandera de gobernador Rodolfo Suarez fue la utilización del “hay que aprender a vivir con el virus”, ello con el fin de graficar la necesidad de mantener un equilibrio entre la salud y la economía, junto a la implementación de un plan on-off.
“esperemos que el off quede desactivado rápidamente y podamos volver a la normalidad anterior lo antes posible. La gente ya no soporta un nuevo encierro, principalmente porque necesita el trabajo para vivir. Será muy difícil de hacer cumplir otro confinamiento, y más en Mendoza, donde ya el Gobierno dejó en claro cuáles eran las prioridades”, expresó Carlos, dueño de un local de indumentaria en el departamento de Guaymallén.
Y llegó el 31 de mayo… ¿qué pasa con las restricciones en Mendoza?