El sábado por la mañana se conocieron las imágenes en las que se observa a un hombre con un machete, el cual ataca a un presunto ladrón que intentó robar su vehículo en Esperanza, Santa Fe.
Las imágenes son elocuentes, y rápidamente se viralizaron por las redes sociales, generando opiniones diversas respecto al accionar del hombre que estuvo a muy poco de ser una nueva víctima de la inseguridad.
Este lunes, el fiscal de la localidad de Las Colonias, Alejandro Benítez, dijo que iniciaron dos causas paralelas en relación al polémico episodio.
“Se está investigando el hurto y también las lesiones provocadas al presunto delincuente”, confirmó a TN.
Si bien el damnificado por el robo no radicó la denuncia policial, la fiscalía de esa localidad actuó de oficio luego de que se viralizaron las imágenes del hecho, que fueron tomadas por una cámara de seguridad de la zona.
En diálogo con el medio porteño, el fiscal Benítez dijo que recién este lunes la familia del asaltante atacado a machetazos concurrió a la comisaría correspondiente para realizar una presentación por lesiones. “Se trataría de un menor de 15 años”, precisó el investigador, por lo que darían intervención también al Juzgado de Menores.
Por otra parte, Benítez dijo que el vecino está identificado, pero que sus datos se mantendrán bajo reserva hasta tanto se esclarezca la situación y que, por ahora, no fue imputado de ningún delito.
El hecho ocurrió alrededor de las 5.30 del sábado pasado en la ciudad de Esperanza, y fue tomado por una cámara de seguridad. En las imágenes, se ve a un joven en bicicleta por una zona poco transitada, el cual se detiene a la altura de un vehículo estacionado en la calle.
El sujeto abrió la puerta del rodado si darse cuenta de que el dueño del auto lo miraba a través de la ventana de su casa, ubicada a muy pocos metros de donde él estaba. Segundos después se observa al vecino en cuestión salir con el torso desnudo y un machete en la mano.
Primeramente le efectuó un golpe en la espalda con el arma blanca, sin darle demasiado tiempo de escape al ladrón. Acto seguido, el hombre lo tomó del cuello del buzo que llevaba colocado y la fuerza lo arrastra hasta quedar frente a una de las cámaras de vigilancia, donde lo obliga a arrodillarse y pedir perdón por lo que había hecho.
Tras forzar al menor para que le devolviera las pertenencias que había conseguido robar de su auto, el hombre liberó al asaltante y se retiró del lugar sin llamar a la policía.