Dicen que, a la hora de saber si una persona es inocente o culpable, hay que observar al abogado que contrata.
Quien es inocente, se deja defender por cualquier penalista del montón. Luego, aparecen los letrados carísimos. Aquellos que apelan a las chicanas para “zafar” a sus clientes.
Tal el caso de Mariano Cúneo Libarona, defensor del juez Walter Bento, complicado por varios presuntos delitos, desde asociación ilícita hasta cohecho pasivo.
Se trata de un profesional de los más onerosos, que supo defender a puntuales políticos que estaba bien complicados judicialmente.
Pocos saben que Cúneo Libarona se recibió de abogado a los 22 años, en la Universidad del Museo Social Argentino. Fue medalla de oro y terminó la carrera con un promedio casi de 9.
Ese mismo año ingresó a los Tribunales como secretario de juzgado de instrucción, su padre había sido fiscal de la Cámara del Crimen. Pero, después de 8 años de trabajo decidió abandonar esa carrera y dedicarse a su profesión. “Tribunales es una novia muy ingrata”, afirma cuando explica en pocas palabras su decisión.
Su salto a la fama fue en la década del 90. En 1996 defendió a Guillermo Cóppola en la causa del famoso jarrón. Todo comenzó en octubre de ese año, cuando por orden del juez Hernán Bernasconi, la policía allanó el departamento del por entonces manager de Diego Maradona, Coppola, y encontró una bolsa con casi medio kilo de cocaína en un jarrón.
El joven y audaz abogado no sólo demostró la inocencia de Coppola, al que se acusaba de narcotraficante, sino también la culpabilidad de los policías Diamante y Gerace y el juez de Dolores, Hernán Bernasconi, que habían “dibujado” la causa contra el manager de Maradona.
Fue la época donde junto a Samantha Farjat, Natalia De Negri, Yayo Cozza, el Conejo Tarantini , Fernanda Villar y el mismo Coppola debatían entre lágrimas, besos y sonrisas, en los programas de Mauro Viale.
Pero su vínculo con personajes poderosos había comenzado mucho antes cuando 1991, defendió a Amira Yoma en la causa del Yomagate. Era cuando estaba casado con Lourdes Di Natale, secretaria privada de Emir Yoma.
Sus lazos con el menemismo perduraron durante años. Defendió al ex asesor presidencial en la causa por la venta de armas a Ecuador y Croacia.
En 2001 el mismo Carlos Menem lo contrató para que lo representará en varias de las acusaciones que debía enfrentar y que incluían entre otras, contrabando de armas y lavado de dinero.
El momento más duro que le tocó vivir fue cuando el juez federal Norberto Oyarbide, lo procesó como autor del delito de encubrimiento y partícipe necesario de coacción agravada contra el juez Galeano, previstos con penas de hasta 12 años de prisión.
Cúneo Libarona era abogado del comisario Juan José Ribelli, alias “El Lobo”, acusado de “partícipe necesario” en el atentado terrorista de la AMIA. El letrado habría hecho circular un video donde se veía al juez federal Juan José Galeano, negociando con otro detenido, Carlos Telleldín, la posible edición de un libro; un eufemismo para designar la recompensa que podría recibir por revelar lo que posiblemente sabía sobre la conexión local.
Galeano denunció que el video -.realizado por el propio juzgado– había sido robado de la caja fuerte del tribunal y que el comisario Ribelli lo había apretado con éste para mejorar su situación procesal. Cúneo Libarona terminó preso por casi dos meses.
A partir de 97, Cúneo Libarona decide apartarse de los medios y seguir trabajando con otro perfil aunque se mantiene a la cabeza de casos de gran impacto mediático. Como fue él de Ávila y la cámara oculta a Grondona o el del video hot de Silvina Luna.
También defendió a Alan Schlenker, acusado junto a su hermano William Schlenker,de “instigar” el crimen del hincha de River, Gonzalo Acro. Fue el abogado del empresario Leandro Santos, detenido en Buenos Aires por orden de la Justicia uruguaya, como acusado de regentear una red de prostitución. Y entre sus clientes figura, Mario Segovia, conocido como el rey de la efedrina
No hay dudas que a Mariano Cúneo Libarona le gusta jugar con fuego. Asegura que camina tranquilo por la calle y explica que “es preferible” que las causas no tengan repercusión en los medios. “Cada vez que vi un juez que empezó hablando en la televisión, dije ese juez termina mal y la historia me dio la razón”.
En esos días, aún no conocía a Bento… Pero sus palabras ya eran proféticas.
Bento, un juez “inventado” por el PJ, Mazzón y Néstor Kirchner (¿Y ahora quién se hace cargo?)