Las economías provinciales, todavía golpeadas por el efecto de la pandemia del coronavirus y la recesión, llevó a que los gobiernos repongan o impulsen una serie de planes de pagos de impuestos locales para beneficiar el nivel de ingresos.
Lo que buscan los gobernadores es replicar también en el plano local cierta reparación que ya se observa en los envíos automáticos por coparticipación, según diario Ámbito Financiero.
Un informe de la consultora Aerarium señaló que en los primeros dos meses del año, las transferencias acumulan $466.276 millones, registrando así un incremento del 46.3% en términos nominales y del 4.8% en pesos constantes, con un máximo de +9.3% en Córdoba y Santa Fe, y un mínimo del 56.9% en la Ciudad de Buenos Aires.
En el documento destacaron que los fondos previamente dirigidos a ANSeS y restituidos a las provincias en el año 2016, acumulan $51.408 millones en lo que va de 2021, equivalente al 11% de los envíos.
“En valores absolutos, las transferencias ascendieron a casi $231.000 millones, con un incremento de $75.942 millones respecto a lo ingresado durante el mismo mes de 2020, en tanto que cedió en $4.300 millones respecto a lo girado el mes anterior (-1.8% m/m)”, sostuvieron desde Aerarium, al momento de analizar la evolución de esos recursos que durante la pandemia reflejaron fuertes caídas a raíz del freno económico que afectó a todo el país en 2020.
En momentos que los sectores productivos del interior, referenciados muy especialmente en las pymes, continúan reclamando paliativos, las gestiones provinciales terminan de definir metodologías de cobro de impuestos a la medida de la crisis en un año electoral.
Hace pocos días, en su mensaje ante la Legislatura bonaerense, el gobernador Axel Kicillof informó el envío de un paquete de leyes de fuerte impacto de recuperación productiva.
Ese mecanismo abarca una amplia moratoria de impuestos patrimoniales, con mayores beneficios para los sectores golpeados por el coronavirus, y también un plan de pagos para unos 3.800 agentes de recaudación, lo que incluye deudas por más de $3.800 millones.
A la vez, el Gobierno impulsará una Ley de Monotributo Unificado, que busca “simplificar el impuesto a los Ingresos Brutos para los monotributistas, que pagarán una cuota fija mensual, según categoría de monotributo”.
Además, destacaron que no deberán presentar declaraciones juradas mensuales ni anuales y no se les aplicarán retenciones.
Esta semana, el gobierno de Santa Fe, encabezado por Omar Perotti, por medio de la Administración Provincial de Impuestos (API), comenzó, y hasta el 31 de mayo inclusive, una moratoria para todos los tributos provinciales, con la particularidad que en este caso diferencia las deudas generadas antes del inicio de la pandemia de coronavirus con las generadas después.
El titular de la API, Martín Ávalos, precisó que esta moratoria tiene la particularidad de estar “fragmentada en dos tipos de deuda: la que se puede denominar prepandemia, que es la devengada hasta el 29 de febrero de 2020, y la de pandemia, que es la que se generó entre el 1 de marzo y el 31 de octubre de 2020”.
Suman beneficios como intereses de hasta el 80% y 48 cuotas con intereses de financiación de entre el 1% y el 2,5% por mes. También aplicarán la condonación del 100% de las multas que sean tanto por incumplimientos formales como por incumplimientos materiales. También remarcaron que para las deudas generadas se contemplan pagos a valores históricos, sin ningún tipo de interés y hasta 48 cuotas sin interés.
Por su parte, el gobierno de Santiago del Estero, liderado por Gerardo Zamora, prorrogó hasta el 30 de abril la moratoria que se implementó el 28 de diciembre pasado. Incluye deudas de todos los impuestos, que se pueden financiar hasta en 60 cuotas, condonación del 100% de las multas y de los intereses consolidados entre un 30% y un 70%.
En simultáneo, los gobiernos de Mendoza y de Entre Ríos no descartan avanzar en sistemas similares, luego de los pedidos explícitos de los sectores pymes de sus distritos que buscan reponerse después del cimbronazo económico que provocó la etapa más rígida de la cuarentena por la pandemia del Covid-19.