Desde la llegada de Franco Colapinto a la Fórmula 1, se reavivó el fanatismo de los argentinos por el automovilismo e incluso abrió la puerta a otras posibilidades. Desde el posible regreso del Gran Premio de Buenos Aires hasta la chance de sumar un segundo piloto nacional a la categoría.
Mientras aún se define la continuidad del joven de Pilar (como piloto de prueba en Williams, titular en Alpine o Red Bull), un nuevo nombre surgió. Nicolás Varrone es candidato para ser parte de Cadillac/General Motors, el nuevo equipo que estará en 2026. Tener dos representantes en la Máxima no se registra desde 1981, cuando Carlos Reutemann y Ricardo Zunino corrieron en el GP de Brasil.
Sin embargo, en principio, son casi nulas las posibilidades por diferentes factores que exceden el nivel de los pilotos y están ligados a una cuestión de reglamento.
El sueño argentino
Por su parte, Colapinto está, posiblemente, frente a sus últimos dos grandes premios de la F1. No tiene un asiento confirmado para la próxima temporada y podría volver a ocupar el rol de tester en Williams.
Más complejo es el panorama para Varrone, que es parte de la estructura de General Motors, con la que ganó las 24 Horas de Le Mans. Fue José Manuel Balbiani, su representante, el que explicó su situación: “Nico es piloto GM y para 2025 tiene que estar arriba de un auto. Obviamente que para F1 hoy no se habla”.
Primero, el joven de 24 años nacido en Ingeniero Maschwitz debe sumar los puntos que le faltan para conseguir la Superlicencia (uno de los requisitos para la F1), que podría ser tanto en la Fórmula 2 o en la IndyCar, siendo esta última una opción posible.
“Nuestra misión es, más allá de lo que podamos hacer dentro de General Motors, buscar un incentivo externo para que GM considere más a Nico para la Fórmula 1″, manifestó Balbiani. El sueño de ver dos argentinos en la F1 deberá esperar, por lo menos hasta 2026.