Este martes, el Partido Demócrata de Mendoza expresó su “rechazo al proyecto del Poder Ejecutivo Provincial propiciando la eliminación del Ente Provincial de Agua y Saneamiento, EPAS, y la transferencia de sus facultades al Departamento General de Irrigación“.
Según el comunicado, el “pretexto es el de optimizar la prestación del servicio de agua potable a los mendocinos. El problema no es el EPAS, el problema es el prestador estatal AySam”.
“Consideramos que el EPAS debe seguir existiendo, transformándolo en un organismo de excelencia técnica-científica, con selección de sus directores a través de concursos y la designación de sus máximas autoridades con acuerdo del Senado Provincial, con mayorías calificadas, sumando a todo lo expresado un período de carencia de actuación política partidaria de los postulantes”.
Además, agregaron que “debe activarse la participación a modo de asesoramiento de las Universidades de la Provincia ya que el servicio a controlar tiene que ver temas de salubridad pública”.
Contra la eliminación del EPAS
Desde el PD manifestaron que “las empresas estatales terminan convirtiéndose en bolsa de trabajo para militantes y monumentos a la ineficacia, ineficiencia y corrupción. Con la trasformación del perfil del EPAS se logrará autarquía e independencia del poder político, cosa imposible si se transfieren sus facultades al Departamento General de Irrigación”.
“No compartimos la visión política del Ejecutivo Provincial que argumenta su decisión de eliminar el Epas en el hecho que al ser el prestador principal una Sociedad Estatal basta con controlarlo desde otro organismo estatal sin independencia política: con más razón debe auditárselo. Tampoco compartimos el argumento que lo hace para ahorrar gastos porque al hacer el traspaso de funciones también se transfiere gran parte del mismo al Departamento General de Irrigación. Además, si la preocupación del Ejecutivo es recortar gastos improductivos puede comenzar por disminuir los millonarios egresos en concepto de publicidad y propaganda“, argumentaron.
“Es vital para los mendocinos la existencia de un órgano de control altamente calificado independiente del poder político de turno, que audite a los prestadores del servicio de agua potable y saneamiento, ya sean estatales o privados”, cerraron.