La Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (Ampros) dio a conocer el paupérrimo estado en el que se encuentran los hogares de albergue de Niñez y Adolescencia de Mendoza, dependientes de la Dirección General de Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.
Beatriz Zanini, prosecretaria gremial de Ampros, detalló que “es sustancial recordar los preceptos que deben cumplirse con relación a la internación de niños y adolescentes al momento de tomar una medida de separación de su grupo familiar”.
En tal sentido, la licenciada señaló que para tomar dimensión de la problemática, es fundamental detallar que el artículo 3, inciso 3 de la Convención Internacional del Niño sostiene que los estados deben asegurar que las instituciones, servicios y establecimientos encargados del cuidado o la protección de los niños cumplan las 12 normas establecidas por las autoridades competentes, especialmente en materia de seguridad, sanidad, número y competencia de su personal, así como en relación con la existencia de una supervisión.
Asimismo, sustentó que la Ley Provincial de Niñez y Adolescencia número 9139, en su artículo 34, incisos c, e, f y g, sostiene que el Estado deberá:
- Asegurar la contención, educación, alimentación, asistencia médica y psicológica y los cuidados necesarios para su bienestar.
- Favorecer la inclusión y participación familiar, social y comunitaria.
- Controlar el estado de las residencias alternativas y la prestación alimentaria y sanitaria que se les brinde.
- Controlar que en las residencias alternativas se promueva su inclusión e integración social, incentivando la realización de actividades recreativas, deportivas y educativas.
Beatriz Zanini indicó que “la situación de los hogares de albergue de niños, niñas y adolescentes es ampliamente conocida por las autoridades a cargo. Son constantes las advertencias de los profesionales de la salud que desempeñan tareas laborales allí, respecto a las condiciones de infraestructura edilicia, carencia y mal estado de mobiliario, falta de personal y sobre todo lo más grave, es el estrés al que exponen constantemente a los niños y adolescentes internados”.
Los derechos que intentan restituirse son vulnerados de distintas formas; ya que, aunque no con la intención de hacerlo, sí con la complicidad en cuanto a la omisión y no resolución de las siguientes situaciones:
- Superpoblación: la mayoría de los hogares tienen capacidad para 12 niños o adolescentes y hoy albergan de 20 a 35.
Hogar Gigantes de Acero: ubicado en Guaymallén, con capacidad para 12 niños, actualmente alberga 25 en 3 habitaciones.
Hogar EPA, de calle Zárate de Ciudad, con capacidad para 12 niñas, tiene internadas 25 niñas en tres habitaciones.
Hogar 11 de Maipú: con capacidad para 15 adolescentes, posee 35 internados en 3 habitaciones.
Hogar Claveles Mendocinos en Maipú: tiene capacidad para 14 niños, y hay 31 internados.
Hogar CAME: (Internación de Jóvenes Infractores a la Ley Penal menores de 16 años). Capacidad: 26 chicos, pero tiene 42 albergados.
Hacinamiento: debido a la cantidad de niños y adolescentes albergados, duermen de a dos por cama, incluso con colchones en el piso. En algunas viviendas, el comedor se utiliza como habitación. No cuentan con espacios de privacidad, para realizar tareas escolares ni poseen lugares para guardar sus pertenencias.
Más irregularidades
Hogar EPA: hay niñas durmiendo en colchones en el piso por falta de espacio y camas.
Hogar Sol y Luna: idéntica situación, duermen en colchones en el piso de las habitaciones y otras en el comedor.
Hogar Risas del Viento: niños de 6 años duermen en cunas.
Hogar Nuevos Caminos: niñas duermen en el comedor.
Ampros, por otra parte, denunció que muchas de estas instituciones al momento de realizar ingresos a los hogares no se respetan los perfiles ni las edades para los cuales están preparadas esas residencias, dificultando no solo la atención adecuada, sino provocando situaciones de mucha tensión entre los niños, con agresiones hacia el personal, como así también hacia los más pequeños o con algún tipo de discapacidad.
Otra de las problemáticas recurrentes tiene que ver con el “escaso” personal. Encima, “en muchos casos no es calificado ni cuenta con capacitación permanente, pese a los constantes reclamos por parte de los psicólogos y los trabajadores sociales”. La mayoría de los hogares cuenta con dos auxiliares por turno durante el día y la noche, lo cual es insuficiente para atender todas las necesidades (tareas escolares, turnos médicos, actividades extraescolares, alimentación, higiene, etc).
Desde el gremio también alertaron sobre la situación que se da en el Hogar Compartiendo Sueños, donde hay albergados 24 niños y adolescentes con diferentes situaciones como discapacidades, consumos problemáticos, esquizofrenia, trastorno de control de los impulsos, trastorno de aprendizaje, etc. “Esta característica de la población supera ampliamente la cantidad de cuidadores, ya que muchos de ellos han terminado golpeados, debido a las situaciones que presentan los jóvenes”, comentaron.
En el Hogar Sul y Luna, en el que actualmente hay albergado 24 niñas, “solo tiene afectados a 3 auxiliares por turno”, lo que es un “número absolutamente insuficiente para trabajar con la población y las necesidades específicas de las niñas, algunas de ellas con discapacidad”-
Condiciones edilicias
Ampros recordó que en reiteradas oportunidades los equipos técnicos solicitaron la reparación de vidrios rotos, ya que hay algunos hogares que han sido “cubiertos con cartones o nylon”. Además, denunciaron la falta de estufas, roturas de placas o techos que se llueven, desbordes de cloacas y pozos sépticos, ausencia de reparación de cañerías, etc.
Falta de comunicación
En muchas de las instituciones, según Ampros, no hay un sistema de comunicación ágil. Esta situación ocurre debido a que “no poseen teléfonos fijos, ya sea para poder recibir llamadas de los familiares, como poder dar aviso ante una emergencia”. Inclusive, recordaron que “en reiteradas oportunidades se solicitó un celular en cada hogar, que no fueron otorgados. Actualmente utilizan los celulares del personal, que ellos mismos erogan de su bolsillo y ceden de buena voluntad, lo cual representa un abuso”.
Movilidad
Por otra parte, señalaron que es “absolutamente insuficiente” el transporte asignado, lo que provoca discontinuidad y suspensión de turnos y tratamientos médicos. Esta situación, “impide en muchos casos la participación en actividades recreativas e incluso, lo que es peor aún, el traslado de los pequeños a sus establecimientos escolares“.
Por último,Zanini adelanto: “Nuestro gremio presentará la denuncia formal, ya que la situación es muy preocupante para los profesionales”, y no solamente “desde el punto de vista ético, moral y profesional, sino también jurídico, ya que la Ley 26061 obliga a los profesionales de la salud a garantizar un entorno seguro y saludable. Por lo cual, solicitamos la urgente resolución de lo expuesto, en defensa de los derechos de toda la niñez y adolescencia de Mendoza”.