Septiembre no trae alivio para el bolsillo de los argentinos, sino todo lo contrario: una nueva ola de aumentos en diversos sectores clave que impactará de lleno en el poder adquisitivo de la población.
Los incrementos, que afectan a sectores como alquileres, combustibles, servicios públicos, obras sociales y telefonía celular, se suman a los ya elevados niveles de inflación que enfrenta el país.
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Alquileres
Para los inquilinos que tienen contratos regidos por la ahora derogada Ley 27.551, septiembre trae un aumento significativo. Según el Índice de Contratos de Locación (ICL), el ajuste proyectado es del 243,1% para este mes. Este aumento afecta tanto a quienes firmaron su contrato en septiembre de 2022 como a aquellos que lo hicieron en septiembre de 2023.
Combustibles
Los combustibles, que han registrado incrementos constantes en los últimos meses, volverán a subir en septiembre. Aunque el gobierno ha intentado contener estos aumentos para evitar un mayor impacto en la inflación, las proyecciones de la consultora Economía y Energía indican que el litro de nafta debería aumentar un promedio del 20% en Buenos Aires.
En agosto, YPF aplicó un ajuste del 5,4%, y se estima que en septiembre el incremento no será menor a 3 puntos. Este nuevo aumento encarecerá aún más el costo de vida y afectará especialmente a quienes dependen del transporte privado.
Luz y gas
La política de segmentación de tarifas implementada por el gobierno avanza con la reducción gradual de los subsidios a los servicios de gas y electricidad. A partir de septiembre, solo aquellos usuarios que cumplan con los requisitos establecidos y se hayan inscrito en el padrón oficial seguirán recibiendo subsidios estatales.
Este ajuste en las tarifas de luz y gas se suma a los ya numerosos aumentos que los usuarios han enfrentado en los últimos meses. La eliminación progresiva de los subsidios encarece cada vez más el acceso a estos servicios esenciales.
Prepagas
Las cuotas de los planes de medicina prepaga también sufrirán un nuevo incremento en septiembre, con subas que oscilan entre el 4,5% y el 5,8%. Este ajuste llega después de que se liberaran los precios, permitiendo a las empresas de salud privada fijar tarifas sin restricciones judiciales.
Este aumento es el tercero que aplican las firmas de medicina prepaga en lo que va del año, tras una prolongada disputa legal que impedía incrementos por encima del índice de precios. Esto afecta directamente a quienes dependen de servicios de salud privada, sumando otra carga financiera.
Telefonía celular
El sector de telefonía celular no queda exento de los aumentos. Varias empresas ya han notificado a sus usuarios sobre un incremento del 6% en el costo de los planes de llamadas y datos.