Tras la confirmación de su condena a prisión perpetua por el Tribunal de Casación Penal, Máximo Thomsen, uno de los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa en el boliche Le Brique en 2020, está decidido a emprender una nueva estrategia legal para revertir su situación.
Con el respaldo de su nuevo abogado, Francisco Oneto, Thomsen busca desafiar la sentencia alegando que no se sintió debidamente representado durante el juicio y que hay aspectos cruciales que no fueron considerados.
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En una reciente declaración a TN, Oneto reveló que su defendido está “acongojado por esta circunstancia” pero mantiene una “renovada esperanza” con la nueva defensa.
En ese sentido explicaron que Thomsen se enfocará en narrar su versión de los eventos ocurridos en la fatídica noche del 18 de enero de 2020, especialmente en lo referente al origen del conflicto en el boliche y su participación durante la agresión a Fernando Báez Sosa.
El abogado planea centrar su estrategia en dos puntos clave: el dolo y la premeditación. Argumentará que la sentencia de Casación erróneamente establece diferencias entre homicidios dolosos y homicidios en agresión, y que en el caso de Thomsen no existió la intención de causar la muerte de la víctima.
“La intencionalidad de él no era que esto termine en la muerte de nadie. Le dije que no podía garantizarle resultados, pero sí le conté cómo vamos a emplear las herramientas del derecho para mejorar su situación procesal”, sostuvo Oneto. Y agregó: “Va a contar cosas que nunca dijo”.
Aunque reconoce que su cliente merece un castigo por su participación en la trágica noche, sostiene que una condena a prisión perpetua es desproporcionada. La defensa de Thomsen apunta a apelar ante la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires, buscando una reducción de la condena.
“Si alguien ve el resultado de su conducta y busca ese resultado, sí es un homicidio doloso. Pero acá no hay dolo. Máximo no vio venir este resultado. Todos los fines de semanas tenían peleas de igual tenor a esa, que no habían terminado en la muerte de nadie. El dolo es un elemento subjetivo, no se puede evaluar”, indicó.