La militante libertaria Geraldine Calvella anunció este lunes su renuncia al cargo que recientemente había asumido al frente de la Dirección de Fiscalización de Centros de Documentación del Registro Nacional de las Personas (Renaper).
Según trascendió, la sorpresiva decisión fue tomada por la joven en medio de una creciente controversia generada por su nombramiento.
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Calvella, una joven de 23 años oriunda de Saladillo, provincia de Buenos Aires, se vio envuelta en una polémica desde el momento en que fue designada en su cargo. Su nombramiento provocó un gran revuelo en las redes sociales debido a su edad, su falta de experiencia laboral y el salario millonario que le fue asignado.
Con solo haber sido “asesor político” en la Cámara de Diputados y haber estudiado dos años de Medicina en la Universidad Maimónides antes de dejar la carrera para comenzar Derecho en la Universidad Siglo 21, Calvella carecía de una trayectoria profesional destacada que respaldara su designación en un puesto de tal responsabilidad.
La controversia alcanzó su punto máximo cuando se reveló que su salario bruto ascendía a la suma de 2.732.002,60 pesos, lo que desencadenó fuertes críticas y cuestionamientos hacia el presidente Javier Milei y su política de designaciones de militantes en cargos gubernamentales.
