El último lunes las autoridades dieron Mauricio Suárez (49), el principal sospechoso por el resonante crimen de Flavio Piottante (39) y Estrella Libedinsky (30), ocurrido en 2006 la Ciudad de Mendoza.
El hombre, que si bien fue detenido por la fuerza, a los pocos minutos fue liberado ya que la acusa prescribió a mediados de 2022.
Pese a que durante muchos años se lo buscó cielo y tierra, poco se sabía de él. Lo único que llegó a oído de los investigadores, que tras el hecho se juntó con Diego Coronel, ex funcionario provincial y actual secretario en la Municipalidad de Godoy Cruz.
En ese encuentro, Suárez le dijo a su amigo que se había “mandado una cagada”. Posteriormente, desapareció.
Con el paso del tiempo, los sabuesos pusieron la lupa en Chile, Córdoba y San Luis, sin embargo jamás pudieron llegar a él. Inclusive, implementaron un cambio de calificación parar hacer estirar la prescripción, tal cual detalló Diario UNO, hasta que el año pasado el expediente quedó archivado, ya que habían pasado más de 15 años del sangriento episodio.
El pasado lunes, Suárez sorprendió a más de uno al intentar pasar de Salta hacia Bolivia por el puente internacional Salvador Mazza. Al presentar su DNI ante Migraciones, quedó detenido.
A los minutos, a los gendarmes no les quedó otra que soltar al detenido, ya que comprobaron en el Sistema Federal de Comunicaciones Policiales que la detención del hombre estaba sin efecto.
El hecho de sangre
Allá por el 12 de julio de 2006, el psicologo Flavio Piottante afrontaba un día más de trabajo en su consultorio de calle Barcala.
Mientras se encontraba con su paciente, Estrella Libedinsky, Suárez los soprrendió a ambos y perpetró el crimen.
Primeramente, le dio dos balazos al especialista, y luego estranguló a la paciente, a la que decidió estrangularla.
Al día siguiente, la madre de Piottante, que vivía a pocos metros del lugar de los hechos, encontró ambos cadáveres.
Los primeros efectivos abocados a la causa, luego de arduas tareas investigativas, fueron informados que el hombre les aseguró que debía irse porque “se había mandado una cagada”. Además, comprobaron que su teléfono celular se activó cerca del consultorio de aquel día.
Otra hipótesis que dio que hablar por aquellos días, es que Suárez habría perpetrado el crimen porqu Piottante mantenía una relación con su ex esposa, Andrea Troncoso.