El hallazgo sucedió el sábado, durante un patrullaje de rutina en la región peruana de Puno. Los agentes policiales, se acercaron a un grupo de jóvenes que tomaban alcohol. Allí descubrieron que uno de ellos tenía una momia en su mochila de delivery. Se trataba de un cadáver prehispánico de entre 600 y 800 años de antigüedad.
En la caja había restos humanos en posición fetal y tejidos blandos con características correspondientes a una momia, lo que fue comunicado al Ministerio Público y al Ministerio de Cultura.
El joven, de 26 años, declaró a las autoridades que “la momia fue de mi papá. La estaba trasladando porque mis amigos querían verla. De cariño le puse la ‘momia Juanita’”.
A través de un comunicado, el Ministerio de Cultura verificó que los restos eran de un hombre adulto momificado presumiblemente procedente de la zona oriental de Puno. Se trataría de un individuo de más de 45 años y una estatura aproximada de 1,51 metros. Además, dispusieron de inmediato la custodia “con la finalidad de proteger y preservar el patrimonio”.
La momia quedó a cargo de los organismos pertinentes que deberán por su protección física y legal, considerada patrimonio cultural del país andino.