Carla Pagliaricci habló tras el fallo de la justicia con José Caccia, el hombre que atropelló a sus dos hijos mientras esperaban en la vereda para cruzar la calle.
“Me condenaron perpetuamente. Todo lo que viví con mis hijos muriendo en brazos son imágenes que me torturan al día de hoy. Salí a tomar la merienda a una plaza con mis hijos y volví a mi casa a la semana y sin ganas de vivir. Me siento enojada, vacía y muy triste; estoy descreída de la justicia”.
“Quien mató a mis hijos estará pronto a diez cuadras de mi casa. Necesito un alivio, algo de paz. Quiero descansar y que mis hijos descansen”, agregó con dolor y desesperanza.
Y resaltó: “Caccia podrá abrazar a sus hijos; nosotros seguimos abrazando un puente”.
También habló el padre de los hermanos fallecidos, Miguel Ángel Kruk.
“En 4 años no levantó nunca la mirada para decirnos “perdón familia, me equivoqué”.
“Tiene hijos de la edad que tenían los míos. Es probable que él pueda volver a su casa, abrazarlos y hasta darle los regalos de reyes. Nosotros seguimos abrazando un puente. Lamentablemente ya somos muertos en vida”.