Este lunes comenzó el juicio por Fernando Báez Sosa, el joven que fue asesinado a golpes a la salida del boliche Le Brique, ubicado en Villa Gesell.
Los 8 rugbiers que están imputados ya llegaron al tribunal. Se trata de Luciano, Ciro y Lucas Pertossi, Ayrton Viollaz, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Blas Cinalli.
Cerca de las 9 de la mañana, los papás de Fernando, hablaron con la prensa sobre cómo se sienten y qué les provoca esta situación que la están esperando hace tres años.
“Nuestra vida es un calvario. El vivir y no estar con Fer ya no es vida. Tratamos de ser fuertes para estar en este momento que esperamos casi tres años del asesinato de Fernando”, dijo Graciela.
“Me gustaría saber por qué lo hicieron. Sólo se que mi corazón está destrozado. Es como una herida sangrante que no tiene cura. Ojalá pudiera calmar este dolor tan grande que tengo”, agregó.
Ambos fueron tajantes a la hora de señalar las expectativas de una posible condena: “Queremos cadena perpetua y que cumplan como se debe. No que dentro de un año que tengan buena conducta y les den prioridades. Basta de privilegios. Mi hijo necesita justicia para que pueda descansar y que nosotros también podamos tener un poco de paz en nuestra alma, en nuestro corazón. Estamos devastados, cansados de tanta tristeza que invade nuestro corazón”.
Silvino Báez, padre de la víctima, se unió a las declaraciones de su esposa frente a los medios que esperaban en Dolores: “Esta semana fue muy dura. Estuvimos pensando en este momento todos los días, pero tenemos la fe puesta en Dios de que todo va a salir bien”.
“Sentimos el respaldo de la sociedad. Todos los días nos hacen sentir que están ahí siempre. En ese sentido estamos muy conformes con la gente”.