En Mendoza las escuelas, sobre todo las del ámbito estatal, en su gran mayoría se encuentran en un estado vergonzoso.
Esto no es de ahora. Dicha problemática es de hace tiempo, aunque en los últimos años las roturas, el abandono y el poco acompañamiento por parte del Estado se hizo más que notorio.
Inclusive, ayer, este mismo diario dio cuenta de la suspensión de clases presenciales en la escuela Emilio Jofré de Luján de Cuyo, luego de una masiva intoxicación de alumnos.
Esta no fue la única institución de la provincia que el miércoles recibió malas noticias, ya que la Escuela Nº 4-028, “Paula Albarracin de Sarmiento”, también debió suspender el dictado de clases presenciales hasta la semana que viene.
Los serios inconvenientes en los sanitarios, llevaron a la suspensión de las clases presenciales durante este jueves y mañana viernes. De todos modos, el colegio informó que “habrá actividad normal” en lo que respecta al trabajo que realiza el personal directivo, secretarios, celadores, y algunas otras áreas de suma importancia para el funcionamiento de la institución.
Según le confiaron a este diario, por medio de un comunicado que llegó a cada uno de los profesores, destacaron que “se suspenden las clases presenciales de 1º a 5º año”, motivo por el cual los maestros deben instrumentar actividades virtuales, las cuales deben ser enviadas “a los preceptores”.
El hecho de volver a la tan resistida virtualidad, es más que nada para descomprimir la utilización de los baños, “cuyas condiciones son causantes de esta suspensión”, hicieron trascender desde el colegio maipucino.
Un profesor de dicho colegio, que prefirió quedar en el anonimato, contó que “muchos baños están rotos desde antes de la pandemia”.
Con largo recorrido en la docencia, y conocedor como pocos del presente calamitoso que se vive en muchas instituciones de la provincia, señaló: “Las escuelas no se arreglaron cuándo no había clases”, situación que lleva a que en cierto momento los edificios digan ‘basta’ y ocurran hechos como este. Y enfatizó en que “lo peor en todas son los baños, pocos bancos y aulas superpobladas”.