La fiscal Alejandra Rodríguez pidió que el cantante Elián Valenzuela, conocido popularmente como “L-Gante”, sea sometido a juicio oral junto a su pareja y a su manager como imputados de amenazas de muerte y lesiones contra un vecino suyo de la localidad bonaerense de General Rodríguez, ocurridas en febrero de este año, informaron hoy fuentes judiciales.
El requerimiento de la fiscal recayó sobre Valenzuela, Tamara Báez y Lourdes Medina, a quienes acusó de los delitos de “amenazas agravadas por el uso de arma de fuego y lesiones leves”.
Voceros judiciales, explicaron que la causa fue elevada a juicio el 29 de marzo pasado, y que hasta el momento no se designó el Juzgado Correccional que estará a cargo del debate.
En su momento, Valenzuela (21) y Báez, madre de su hija de pocos meses, se negaron a declarar al ser indagados por la fiscal Rodríguez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 9 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez.
“Me negué a declarar. No sé de qué arma están hablando, a mi mamá le encontraron un arma de juguete”, aseguró a la prensa el propio músico al cabo de aquella indagatoria, y expresó que todo era “una payasada” y que quienes declararon en su contra “mienten”.
El joven, referente de la cumbia 420, dijo que nunca tuvo problemas con sus vecinos del barrio Bicentenario, en General Rodríguez.
Por su parte, la fiscal Rodríguez imputó a la pareja tras los dichos de al menos cinco testigos y del análisis de las filmaciones en donde se los ve, junto con otro grupo de personas, yendo a increpar a un chico de 21 años.
Este joven denunció que el sábado 5 de febrero último “L-Gante” lo amenazó de muerte y, luego, efectuó un disparo de arma de fuego al suelo.
En su presentación ante la Policía, el denunciante aseguró que su madre, una hermana y una prima también recibieron amenazas por parte del músico cuando intentaron frenar la pelea.
Según fuentes policiales, la disputa se dio después que al músico le comunicaron que ese vecino estuvo la noche anterior trepado en el techo de la casa de su madre con presuntas intenciones de robo, algo que de todas formas no fue denunciado.
La fiscal determinó la imputación de Báez tras encontrar en el lugar del hecho cuatro uñas postizas que coincidían con las marcas de lesiones que tenía la víctima. También se peritaron un plomo y una vaina entregada por los denunciantes.