Decenas de defensores de los animales disfrazados de dinosaurios fueron perseguidos el martes por otros de sus compañeros a través de las calles de la ciudad española de Pamplona al escenificar una protesta contra la crueldad animal en los mundialmente famosos encierros de toros de San Fermín.
En la protesta del martes, los supuestos dinosaurios y sus perseguidores representaban a los toros y a la muchedumbre que asiste al evento. Los activistas llevaban pancartas en las que se leía “La tauromaquia es prehistórica”. Dijeron que su escenificación buscaba mostrar que el festival podía ser alegre y sin crueldad hacia los animales.