En una interesante entrevista concedida a Filo News, la precandidata a diputada por la ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, lanzó varias frases que han hecho ruido durante las últimas horas.
En un primer momento, se definió como una persona “súper eclética”, y opinó sobre sus gustos musicales.
“No me da nada de vergüenza decir que me gusta Cristian Castro. Contra la opinión de mis hijos, me encanta. Me gusta el rock nacional de los 70 y de los 80. Me gusta Soda. No me compro el dilema Rolling-Beatles. Me gusta escuchar mucho todo mientras que sienta que es buena música, y también me gusta la música popular y la cumbia”.
Y habló sobre la nueva ola de artistas: “Escuché a L-Gante, pero a partir del discurso de Cristina (Kirchner). No lo conocía y me empecé a interesar a partir de eso. Y ahora, a través de mi hijo que tiene 13 estoy empezando a abordar el género del trap y el freestyle. Él hace freestyle, publica lo que hace y me encanta, así que empecé a ver las batallas. Es un mundo que también está bueno y tiene su arte”.
En un pasaje del mano a mano, se refirió a la cultura joven, y contó que fue Horacio Rodríguez Larreta quien le recomendó empezar a usar TikTok. “Mis hijos y él fueron los grandes promotores de que tenga TikTok hoy”, dijo. Y añadió: “Empecé a recorrer la ciudad con Horacio y veía que un montón de chicos más chicos lo saludaban. Y cuando él les preguntaba de dónde lo conocían le decían que de TikTok. Ahí me empecé a meter en ese mundo, pero estoy aprendiendo todavía”.
Inclusive, la exgobernadora bonaerense sostuvo que siente que “corre de atrás” al universo digital: “Lo tengo que aprender, pero estoy muy atenta porque siento que es una manera de comunicarme con la gente más joven que usa esas plataformas. Trato de llegar con mi mensaje y de escucharlos a través de ahí”.
La comparación de Vidal sobre fumar un porro en Palermo y en una villa bonaerense
En uno de los momentos más jugosos de la entrevista, reflexionó sobre la legalización de la marihuana.
Fue allí, cuando planteó que hay “dos caminos completamente distintos”, marcados por el contexto de cada uno de ellos, y si bien se mostró “a favor de la libertad y de que cada uno decida qué hacer”, cuestionó esa medida porque “una cosa es fumarte un porro en Palermo un sábado a la noche, relajado, con amigos, tu pareja o solo, y otra cosa es vivir en la 21-24 de Zabaleta, en la 1-11-14, rodeado de narcos, y que te ofrezcan un porro sin oportunidades, sin ir a la escuela o habiéndola dejado”.
“Por esos pibes, creo que no estamos listos”, mencionó a modo de cierre.
El liderazgo de Juntos por el Cambio
Durante el mano a mano, la precandidata a diputada remarcó que en Juntos por el Cambio “hay varios liderazgos” y contó que se considera uno de ellos. Además, sobre la dicotomía entre “palomas y halcones” en las que se acostumbra a clasificar a dirigentes de la principal fuerza opositora a nivel nacional, dijo: “Me llama la atención que me sitúen entre las palomas porque no me siento parte de ese lugar. Yo siempre creí en las peleas que había que dar, las di siempre y nunca, nunca me me dio miedo, me medí, ni calculé, ni especulé. Por eso terminé viviendo en una base militar durante cuatro años”.
En ese mismo sentido, habló sobre el apodo “Heidi”, con el que algunos solían referirse a ella durante su gestión al frente de la provincia de Buenos Aires, y lanzó: “Fue el mote que intentaron ponerme los machos de la provincia cuando me presenté de candidata a gobernadora, porque creían que esa era una forma de subestimarme. Después demostré mi firmeza en los hechos, que es donde había que demostrarla”.