Luego de que una empresa funeraria de la provincia de Córdoba confundiera el cuerpo de dos amigas fallecidas en un accidente el primero de enero de este 2021, ambas familias, en el velorio, se dieron cuenta de lo sucedido y por poco despiden a la persona equivocada.
El accidente aconteció en la madrugada del primer día del año sobre la avenida Circunvalación a la altura del Barrio Hogar Clase Media, en la provincia de Córdoba.
Según cuneta diario Página 12, un Peugeot 408 en el que viajaban 6 jóvenes, volcó y terminó en un Barranco, en este caso fallecieron Eliana Benítez de 20 años y Candela Martínez Bonaldi de 21 años, además de un menor de 16 años.
Sendas jóvenes fueron veladas en la casa de sepelios Caruso, “El velatorio de Eliana era de 10 a 13 y el de Candela empezaba a las 13 y finalizaba a las 15. Ambas iban a cementerios distintos pero eran veladas en el mismo lugar” aseguró la hermana de una de las víctimas en declaraciones a Vía Córdoba
“En la morgue me dijeron que el cuerpo de mi hermana (Benítez) estaba bien, que no hacía falta reconocerla porque íbamos a poder velarla a cajón abierto. En el lugar me dieron su documento, sus pertenencias, y yo sabía que era mi hermana”, explicó.
Luego, mediante un llamado, el lugar aconsejó que la despedida sea a cajón cerrado ya que la fallecida se encontraba muy golpeada. “Les dije que de ser así, queríamos verla. Nos dijeron que podía entrar una sola persona a reconocerla, sólo 30 minutos” explicó Nadia Benítez, por lo que el papá de Eliana entró y ratificó que se trataba de su hija.
No obstante, en algún momento, la funeraria incurrió en un error e intercambió los cuerpos. “La velamos a cajón cerrado. Estuve una hora llorando sobre el supuesto cajón de mi hermana” comentó la hermana de Eliana Benítez.
“La madre de Cande nos pregunta si Eli usaba anillos. Ellos no habían podido ver el cuerpo. Pero abrieron el cajón, le tocaron la mano y vieron los anillos. Cande tenía un tatuaje en uno de sus brazos que la madre no se lo vio, y tampoco usaba anillos. Yo en el momento le dije que no, que estaba confundida, que mi papá había visto y era mi hermana quien estaba en el cajón” prosiguió relatando.
Ya en el Cementerio Parque Los Álamos y a punto de enterrar el cuerpo de Eliana, un amigo de la familia dio la información: Nos dicen que la mamá de Cande abrió el cajón y vio que la chica que estaba dentro tenía brackets y Candela no usaba brackets; mi hermana sí”, cuenta Nadia.
Por tal motivo ambas familias debieron volver a la funeraria a reconocer nuevamente los cuerpos: “El encargado de ventas, quien me trató de muy mala manera, lo primero que me dijo fue ‘Sosegate y sentate’”, explicitó.
“Ellos no pueden tener margen de error. Yo puedo entender que cualquier persona en otros trabajos puedan equivocarse, pero ellos no. Eran sólo dos cuerpos, que no se prestaban para la confusión porque mi papá ya había reconocido a mi hermana. Incluso, los ataúdes eran diferentes”, concluyó