En momentos que las exportaciones ganaderas tienen un presente por demás favorable, la producción y faena transitan un periodo más que complicado. De hecho, aseguran que el consumo interno es el más bajo en el último siglo.
Si bien es un fenómeno que viene dándose en los últimos meses, en abril la situación se profundizó.
Un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y derivados de la República Argentina (CICCRA), asegura que la faena “fue 4,9% inferior a la faena de marzo y 18,5% menor a la de abril de 2020”.
En este contexto, el consumo per cápita “fue el menor de los últimos 100 años, llegando a 45,2 kg/hab/año equivalentes”, tal cual publicó el sitio Cronista.
Para llegar a este punto se analizan algunos factores factores. Inciden cuestiones de mercado como la recría en pasturas en lugar de feedlot, producto del marcado aumento del precio de los granos, que determina a la postre una menor oferta de animales, pero también la inflación, la caída del poder adquisitivo y hasta el desempleo, que lleva a que los consumidores se alejen de las carnicerías.
También destacaron la incertidumbre que hoy tienen los productores y otros actores de la cadena de valor, a partir de medidas tomadas por el Gobierno, orientadas a controlar los precios, intentando bajar la inflación de ese modo.
Desde CICCRA recordaron los “intentos de intimidación a nuestro sector de ganados y carnes por parte de la actual administración” en las últimas semanas.
También mencionaron que la demora en publicar los datos de faena, que la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario publicada habitualmente los primeros tres días del mes, podría responder a la estrepitosa caída del consumo de carne vacuna en abril, una mala noticia a pocos meses de las elecciones.
En cuanto a la falta de datos oficiales de faena, Miguel Schiariti, presidente de CICCRA, dijo que “seguramente el nuevo director de Control Comercial Agropecuario no quiere que se ponga en evidencia cómo ha caído el consumo per cápita en abril, que ha llegado al menor número de la historia del consumo de carne en la Argentina”.
Según CICCRA, en abril se habrían faenado 1.073.000 cabezas de ganado, dando como resultado una contracción de 4,9% respecto de la faena del mes anterior y un retroceso del 18,5% en relación a abril de 2020.
La faena de hembras, en tanto, se ubicó en 45,6%, un indicador relativamente estable y que no pone en juego la salud del rodeo.
“Con una producción de carne vacuna que habría llegado a 242,7 mil tn r/c/h (toneladas de res con hueso). Así, considerando que las exportaciones se ubicaron en torno a 70 mil tn r/c/h, “la absorción del mercado doméstico habría sido equivalente a 172,7 mil tn r/c/h”, apuntó CICCRA.
De allí se conoció que el consumo aparente por habitante “habría llegado a 45,2 kg/año, un nivel 12,0% inferior al de un año atrás”. Schiariti dijo que este resultado es “una vergüenza” para un país como Argentina.
Y se dirigió a los representantes de la Secretaría de Comercio de Interior, quienes acusan a la cadena de valor por el alto precio de la carne en las góndolas.
“A pesar de las cosas que dicen del precio minorista, tenemos que ver que en el último año la hacienda aumentó el 95%, la carne aumentó el 61%, por lo que hubo ‘una absorción’ por parte de la industria y las carnicerías de 34 puntos porcentuales”.