Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en noviembre una familia tipo necesitó ingresos de $1.001.466 para no caer bajo la línea de pobreza, mientras que el costo de la Canasta Básica Total (CBT) aumentó un 1,5% respecto al mes anterior.
En términos interanuales, la CBT presentó una suba del 156,5%, acumulando un incremento del 102% en lo que va del año. Por otro lado, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que define la línea de indigencia al medir los ingresos mínimos necesarios para cubrir la alimentación, aumentó un 1,1% en noviembre. Un adulto necesitó $142.149 para no ser indigente, mientras que para una familia tipo ese valor ascendió a $439.240.
La diferencia en las variaciones de ambas canastas radica en los componentes adicionales que incluye la CBT, como transporte, vestimenta, educación y salud. En noviembre, el rubro con mayor incremento fue Educación, con una suba del 5,1%, seguido por Transporte con 3,4% y Salud con 2,9%.
Estos datos reflejan cómo los gastos no alimentarios afectan de manera significativa los ingresos necesarios para mantener un nivel de vida básico, especialmente en un contexto de alta inflación acumulada.