Charo vive en la zona de El Chacay, en San Carlos, y frente a la dificultad para acompañar a sus nietas en su escolarización, decidió aprender a leer y a escribir.
En medio de la pandemia y la virtualidad, la cuarentena dejó en evidencia cómo las zonas rurales son unas de las más afectadas por la desigualdad a la hora de hablar de tecnología.
En este contexto, docentes de la Escuela Adolfo Tula Nº 1-147 de La Consulta, donde cursan tres nietas de Charo (en 1º, 3º y 5º), realizaron una dura tarea para que los alumnos de su institución lleven su aprendizaje al día.
La mujer, con un nieto y cuatro nietas a su cuidado, decidió aprender a leer y a escribir para ayudar con las tareas a las tres pequeñas y una adolescente que se encuentran en edad escolar, cuenta elcucodigital.
La directora del establecimiento fue la encargada de acercar los deberes que las preparaban y quienes además detectaron que la abuela de las pequeñas, con quien conviven tenía inconvenientes para poder enseñarles.
Al conocer la situación, las maestras pensaron en poder brindarle a materiales educativos para empezar a estudiar y así lograr una meta que hace tiempo se había puesto.
Finalmente, el pasado 8 de diciembre, y con la llegada del último cuadernillo, Charo quedó oficialmente alfabetizada y fue reconocida por su gran esfuerzo durante un acto que realizó la escuela.
Ahora, desde la comunidad educativa solicitan una tablet para que Charo pueda continuar estudiando.