El tifón Rai, que llegó a Filipinas el jueves y salió este sábado del país, ha dejado al menos 33 muertos y más de 328.000 desplazados en la zona central del archipiélago, informó hoy la agencia de desastres.
Rai era un supertifón cuando embistió el jueves la popular isla turística de Siargao, con vientos máximos de 195 km/h.
Fotos aéreas difundidas por el ejército mostraron la amplitud de los daños en la ciudad de General Luna, a la que muchos surfistas y vacacionistas acuden para las fiestas de fin de año, con viviendas cuyo techo fue arrancado y escombros por el suelo.
La fuerza de los vientos de Rai bajó a 150 km/h al avanzar por el archipiélago, dejando a su paso inundaciones en pueblos, árboles arrancados y viviendas de maderas destrozadas.
El sábado, el supertifón se encontraba sobre el mar de China Meridional y se dirigía hacia Vietnam, según el servicio meteorológico nacional.
“Esta es una de las tormentas más poderosas que han golpeado a Filipinas en un mes de diciembre en la última década”, señaló a AFP Alberto Bocanegra, jefe de la Federación Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja en el archipiélago asiático.
“La información que recibimos y las imágenes que recibimos son alarmantes”, agregó.
El último balance oficial habla de al menos 33 muertos.