Un joven mendocino fue detenido en El Salvador hace 20 días, durante un operativo policial. Desde entonces su familia no tiene noticias de su paradero.
Se trata de Alejo Arias González, oriundo del departamento de Rivadavia. El joven había viajado en marzo de este año a ese país centroamericano por trabajo, y el 14 de julio fue arrestado junto a otras personas que trabajaban en la misma empresa.
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Alejo, quien se desempeñaba como cobrador de una financiera, debía regresar en septiembre porque se le vencía el pasaporte, pero este contratiempo generó gran preocupación en su familia.
“Está incomunicado”, reveló Sandra González, su madre, en declaraciones a la prensa. Añadió que el joven mendocino “se fue con trabajo, a trabajar en una financiera, pero no sabíamos que era ilegal, que operaban en El Salvador en negro“.
Cómo fue el operativo policial
La Justicia salvadoreña anunció hace unos días la captura de 110 personas vinculadas a la banda “Gota a gota”. La misma incluía 105 detenidos colombianos, un guatemalteco, tres ciudadanos locales y el joven mendocino.
El operativo quedó enmarcado dentro de las cuestionadas medidas que lleva adelante el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, quien se refirió a esas detenciones masivas en su cuenta de Twitter criticando a quienes “ingresan como turistas, pero delinquen”.
Según su madre, el joven “fue engañado”, y advirtió que “no sabíamos que esa financiera era ilegal, si no, no hubiéramos dejado que viajara”.
Asimismo, la mujer confió que su hijo viajó porque en El Salvador “ya estaban trabajando unos primos”, quienes lo ayudaron a incorporarse a esa compañía. “Mis sobrinos nos llamaron por teléfono avisando que él no había vuelto a dormir. Luego de eso, el presidente (Bukele) dijo que los extranjeros tenían algunos días para abandonar el país, entonces se volvieron”, comentó Sandra.
Si bien los primos contactaron a un abogado, éste poco pudo hacer para ayudar al joven mendocino. Además, la madre comentó que pudo comunicarse con la embajada argentina en San Salvador, la capital del país, pero le respondieron que “solamente podían alcanzarle algunos artículos de higiene”.
“Por lo que nos dijeron el proceso es largo, puede durar entre seis meses y un año, pero no sabemos qué puede pasar. Alejo no tuvo ni siquiera la posibilidad de defenderse, de alegar ni de explicar la situación“, concluyó.