Un estudio de la UNCuyo sobre el empleo y la desocupación en Mendoza refleja que en el primer año de la pandemia la principal área metropolitana de la provincia fue el segundo aglomerado urbano del país con mayor retracción del empleo privado en empresas de 10 o más trabajadores. El análisis también apunta que dónde más impactó la crisis fue en el sector de los trabajadores informales, donde hubo una caída del 30% en actividades como el comercio, el turismo, la gastronomía y las actividades culturales.
El informe 2020 es parte del Observatorio Laboral, el programa que coordina María Albina Pol y remarca en su prólogo que se presenta en “un momento crítico para Mendoza”, debido a que tanto a nivel local como nacional “estamos transitando profundos debates sobre las restricciones a implementar”. El trabajo resaltó que el escenario planteado por la pandemia de COVID 19 “golpea con enorme saña a los sectores más desportegidos“, entre ellos, trabajadores de la economía informal, especialmente jóvenes y mujeres.
“En el contexto de la crisis mundial desatada por la pandemia y del consecuente deterioro social y económico del país, la Provincia de Mendoza registró durante 2020 una profunda recesión que agravó el negativo comportamiento de la economía provincial de los últimos años“, situación que se dimensiona con el 44% de pobreza en este conglomerado según las cifras del Indec, número que está por arriba del promedio nacional, “lo que lo convierte en el cuarto aglomerado más pobre del país.”
Pero también se evidencia que la pandemia no hizo más que agravar problemas estructurales. “El golpe llegó sobre una sociedad que transitaba años de alta inflación, déficit fiscal, crisis de deuda, desempleo estructural y pobreza crónica“. Una crisis que es bien profunda y que lo evidencia a su vez la Fundación Mediterránea, citada en el estudio: “El Producto Bruto Geográfico de Mendoza cayó 8,6% en 2020, el desplome más importante de los últimos 30 años“.
El informe releva a marzo de 2020 y si bien toma en consideración el curso de la pandemia hasta abril de 2021, no llega a medir incluso el peor mes, el de mayo de este año, que tuvo a su vez con un nuevo cierre total de actividades, salvo las esenciales, en la provincia y el país.
Según detalla Pol, “los datos más significativos muestran un achicamiento del mercado de trabajo y un empeoramiento de las condiciones laborales como resultado de la crisis. Ese achicamiento se expresa en un leve aumento promedio del desempleo pero, principalmente, en una caída de la tasa de actividad. Muchas personas perdieron su trabajo y no buscaron otro por el cierre de actividades y la falta de oportunidades laborales“.
Y agregó que “esa tendencia general para todo el país muestra en Mendoza algunas particularidades. La tasa de actividad en nuestra provincia cayó menos que a nivel nacional como resultado de una apertura más temprana de las actividades”.
Menos trabajo privado
Con la base estadística de tres fuentes -la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, la Encuesta de Indicadores Laborales y el Sistema Previsional Argentino-, uno de los datos principales que surge de esta triangulación es la caída del empleo privado en la principal área metropolitana de la provincia.
“En el conjunto de los 12 principales aglomerados urbanos del país el empleo privado se retrajo un 2%. Solo tres aglomerados superaron esta cifra, Gran Jujuy (-6,8%), Gran Mendoza (-4,7%) y Gran Buenos Aires (-2,5%). La mayor parte de la caída del empleo en estos aglomerados fue causada por el sector de la construcción”, sostuvo el informe. El mayor impacto se registra en el segundo trimestre: abril, mayo y junio.
Así lo explica el informe: “La crisis generada por la paralización de la economía agravó el negativo desempeño del empleo privado en la provincia, que registró en 2020 una abrupta caída interanual de 5,8%. En diciembre, el número de trabajadores del sector se ubicó en 227.950, 13.223 menos que a fines del 2019″.
De esta forma, el Gran Mendoza fue el segundo aglomerado del país con mayor retracción del empleo privado registrado en empresas de 10 o más trabajadores durante 2020: la caída fue 4,7%, acumulando 30 meses consecutivos de caída en el empleo privado formal.
De acuerdo con lo que señala el Observatorio Laboral, las ramas más afectadas fueron construcción (-21,3%), comercios, restaurantes y hoteles (-5,2%) y servicios (-3,4%).
Pero, aclara Pol, “es importante contextualizar” este dato que surge de la EIL que elabora el Ministerio de Trabajo de la Nación. “Mendoza ya viene hace un largo tiempo mostrando un desempeño negativo del empleo privado formal con perdida de puestos de trabajo en actividades como la industria que cuentan con empleos más protegidos. La abrupta caída en 2020 refleja lo anterior sumado al mayor impacto que tuvo en nuestra provincia el cierre de ciertas actividades como la construcción y el turismo”, describió.
El impacto en la informalidad
“La pandemia afectó a todo el mercado de trabajo pero de manera más marcada a los trabajadores informales que son los que mantienen una inserción laboral más frágil. Por un lado, la crisis y las medidas de cierre afectaron principalmente a actividades con un alto nivel de informalidad (cómo la construcción y el comercio) y, por otro, las medidas que se tomaron tendieron a proteger mucho más al empleo formal“, explicó a su vez Pol.
En este punto, la socióloga detalló cómo las mujeres se convirtieron en el grupo donde más impactó la crisis: “Fuera del contexto de crisis, ellas ya tienen una menor inserción en el mercado de trabajo y niveles más altos se desempleo. La crisis vino a profundizar esa situación por dos motivos: esas mujeres ocupan mayormente puestos informales (que son lo que más se perdieron) y muchas tuvieron que abandonar el mercado de trabajo para ocuparse de tareas se cuidados”.
También hay un alto contraste entre la destrucción del empleo en el sector informal y el registrado: mientras que en el primero fue del 30%, en el segundo llegó al 9%.
La tasa de actividad en el Gran Mendoza se mantuvo en marzo el nivel promedio del año anterior (47,8%), pero ya con la aplicación de las medidas más rigurosas hay “una notable reducción en el segundo trimestre (37,5%)”. La tasa de desempleo registró un pico del 15,3% entre abril y junio empujando el promedio anual al 11% (un crecimiento de 2,7 puntos por encima de 2019).
Pero de la misma forma, con la restricción de la circulación también cayeron las actividades informales. “La contracción del mercado de trabajo mendocino durante el segundo trimestre de 2020 provocó una disminución de la informalidad laboral en 6 puntos (hasta el 32%), lo que se explica por el alto nivel de informalidad de los sectores económicos más castigados por la crisis”.
Hubo una recuperación a medida que las actividades económicas se fueron reactivando con las habilitaciones que otorgaba la Nación, pero aún en este caso “estuvo impulsada por la creación de puestos de trabajo de baja calidad haciendo disparar la informalidad al 41,4% en el tercer trimestre del año”.
De la misma manera, se redujo la tasa de asalarización para los tres primeros trimestres de 2020 en el Gran Mendoza, que fue de 68,9%: implica una reducción interanual de 2,8 puntos. Y la creación de empleo privado no pudo soportar la paralización de las actividades.
La recuperación
Con la reapertura también hubo datos llamativos. En el tercer trimestre del año, con menos restricciones y mayor apertura de las actividades económicas, la desocupación bajó en el Gran Mendoza al 8,2%, aunque haya sido por la recuperación del empleo precario, observa el informe. Pero en el cuarto, la desocupación volvió a aumentar a 10,6%.
Esta recuperación de la tasa de actividad a los niveles de 2019 se vincula con una apertura más rápida de las actividades económicas en Mendoza en comparación con el resto del país, lo que habilitó que las personas retornaran anticipadamente al mercado de trabajo.
“En nuestra provincia hacia la segunda mitad de 2020 hay cierta recuperación del empleo, pero basada en la creación de puestos informales (las changas cómo estrategias de supervivencia). Igualmente hubo perdida de empleo privado registrado que no logró recuperarse”, concluyó Pol.
Fuente: Elsol