Una agente inmobiliaria de La Serena, Chile, Paula Arriagada, manifestó en Diario La Nación que “la pandemia nos va a dejar sin argentinos”, sin embargo, con algo de ilusión mencionó que “en Viña del Mar, otro lugar donde vacacionan los argentinos, pasará lo mismo, pero tenemos una oferta de precios muy conveniente para quienes se animen a venir”.
No obstante, por el riesgo sanitario, las restricciones y un cambio monetario desfavorable; este año son muchos los argentinos que preferirán destinos dentro del territorio nacional por encima de alguna atracción en el extranjero.
En Chile, la frontera se abrió el pasado 23 de noviembre, aunque la única forma de poder ingresar a ese país trasandino es por vía aérea, ya que los puertos y pasos terrestres se encuentran cerrados desde el 18 de marzo.
De todas formas, el gobierno chileno ya informó que está bajo análisis la posible reapertura de esos pasos.
Para poder ingresar a Chile hoy se requiere tener un resultado de test PCR negativo que se haya hecho 72 horas antes del viaje y un seguro de salud que cubra las prestaciones relacionadas al coronavirus y cuyo valor mínimo asciende a 30 mil dólares.
Asimismo, debe presentarse una declaración jurada con antecedentes del turista y un formulario de seguimiento de autovigilancia por 14 días. Se trata de un link que es enviado al visitante todos los días para que informe cuestiones tales como dónde está, cómo es su estado de salud, etc…
Hasta el lunes, quienes lleguen a Chile de países con transmisión comunitaria, como es el caso de Argentina, deberán estar durante 14 días en aislamiento. Sin embargo a partir del 8 de diciembre eso ya no será necesario.
“Anualmente en Chile se reciben cuatro millones de turistas extranjeros y este año solo llegaron 1,1 millones. Con esta apertura de fronteras, por supuesto que -con todas las condiciones- nos permitirá que lleguen 300.000 turistas adicionales hacia fin de año”, Aseguró el ministro de Economía, Fomento y Turismo; Lucas Palacios.
Ya de por si habían disminuido en un 40% los argentinos que viajan a Chile el verano de 2019, en gran parte por la falta de un cambio competitivo que sí hubo en otras temporadas. Es por ese motivo que, con el fin de evitar un golpe demasiado fuerte, las organizaciones chilenas empiezan a plantearse ciertas estrategias.
En el caso de los argentinos, el año pasado ya se registró una baja de los turistas que llegaron durante el verano en torno al 40%, en un fenómeno empujado por la devaluación y precios menos competitivos que en otras temporadas. Ahora el escenario será más crítico, aunque las organizaciones chilenas intensificaron sus acciones para atenuar aquella tendencia.
“Hay un alto porcentaje de argentinos que les gusta mucho venir a Chile, porque las playas les quedan más cerca, pero también dependerá de la situación sanitaria de cada región. En estos meses esperamos que lleguen 120.000 turistas extranjeros, un 10% de lo normal, y dentro de ese porcentaje la baja de argentinos también será notoria”, indica la vicepresidenta ejecutiva de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), Helen Kouyoumdjian..
En ese sentido, agregó que “la industria formal cobra mucha relevancia en esta época porque es la única forma que tenemos de garantizar que tomamos los protocolos sanitarios”.
Es dable destacar que en enero del año 2019 ingresaron a Chile 269.245 argentinos, mientras que el mismo mes del corriente 2020 la cifra llegó a 194.314. Respecto del total de visitantes argentinos, en 2019 llegaron 1.435.467 turistas, mientras que en lo que va del año y considerando el registro hasta octubre de 2020, la el número apenas alcanza los 412.844 visitantes.
El vecino trasandino es uno de los países más complicados en relación al coronavirus, encontrándose en sexto lugar y registrando, en loas últimas 24 horas, 1533 nuevos contagios y 34 fallecimientos y, hasta el momento, Chile ostenta 558.668 de casos totales y 15.592 muertos.
“En el verano la gente se relaja, no cumple las medidas, no usa barbijos. Tememos que exista un segundo brote. Si la gente no se cuida, podría llegar a producirse una segunda ola como ocurrió en Europa”, advirtió Enrique París, quien fuera el ministro de Salud chileno.