Este martes, en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico, todos los involucrados en el próximo Cónclave del Vaticano prestaron juramento de confidencialidad absoluta, tal como lo establece la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis.
La ceremonia fue presidida por el Cardenal Camarlengo Kevin Joseph Farrell y los tres Cardenales Asistentes, en presencia de dos protonotarios apostólicos. Cada participante recitó y firmó de manera personal la fórmula que los compromete a guardar silencio perpetuo sobre todo lo que directa o indirectamente tenga que ver con las votaciones del próximo Cónclave, que comenzará este miércoles en la Capilla Sixtina.
“Yo N. N. prometo y juro observar el secreto absoluto… Declaro emitir este juramento consciente de que una infracción del mismo comportaría para mí la pena de excomunión latae sententiae…“.
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Este juramento formal e irrevocable, promulgado por el Papa Juan Pablo II el 22 de febrero de 1996, impone la pena de excomunión automática a quien vulnere el secreto. Además, queda estrictamente prohibido utilizar cualquier dispositivo de grabación, audio o video durante todo el proceso.
