José Leiva, de 38 años, se percató recientemente de que alguien cobra una jubilación a su nombre.
El hombre, cuenta NDI, observó esta irregularidad cuando una tarjeta de PAMI llegó a su domicilio ubicado en el departamento de Tupungato, por lo que se dirigió a ANSES y confirmó que alguien con su nombre es afiliado desde el año 200, es decir cuando él solo tenía 18 años de edad.
La tarjeta contaba con su nombre, un numero de afiliado y la fecha de alta del 16 de mayo del 2000.
Leiva se dirigió a las oficinas de la Anses desde donde, según él mismo refirió, le dijeron: “Y bueno, use la tarjeta”, sin darle mayores detalles sobre lo ocurrido.
José supone que alguien robó su identidad, y con sus datos se presentó a una oficina del Estado y tramitó el beneficio.
La documentación indica que la jubilación es depositada en el banco Santiago del Estero y cobrada en Tucumán.
Con todos estos datos, Leiva se asesoró legalmente y quiso presentar una denuncia a la entidad, pero debido a la pandemia, le dijeron que “no están recibiendo denuncias”.