Terror en un boliche de Chacras de Coria: drogaron a una joven y despertó en el Hospital Central

La víctima, tomó unos sorbos de una bebida que le convidó un desconocido en local bailable “Chiringuito” e inmediatamente se desplomó. Luego de algunas horas, y tras la intervención de la policía, fue trasladada al nosocomio de calle Alem.

El último fin de semana, Macarena Listur (31) y dos amigas más, vivieron una noche de terror en el reconocido local bailable “Chiringuito”.

Una amiga de Listur, de nombre Jimena, a los pocos minutos de haber ingresado al comercio el sábado pasado, bebió unos sorbos de una bebida que le convidó un sujeto. A los segundos, perdió el equilibrio y se vino lo peor.

“Estábamos yendo al baño, y mi amiga se encuentra con un chico, se saluda, toma un trago de su vaso, y no había pasado ni un minuto que se mareó”, dijo Listur en exclusiva a News Online.

“Fue instantáneo, ella lo único que nos decía es ‘no siento las piernas, estoy mareada”, continuó agregando la joven, que se encargó de destacar que hacía minutos habían ingresado a “Chiringuito” sin haber tomado una gota de alcohol.

Luego de unos minutos, las amigas de la víctima pusieron en conocimiento de lo ocurrido al personal de seguridad del local, “y nos dijeron que iban a llamar a una ambulancia”.

Así y todo, el tiempo seguía corriendo “y nosotros estábamos sin saber que le pasaba a mi amiga”.

Tras apartarla unos metros de donde se encontraba la mayor parte de la gente, “le dimos un pedazo de pizza como para que tuviera algo en la panza, igualmente no podía ni masticar”.

Según la denunciante, al ver que no reaccionaba, optaron por darle algo con azúcar. Al momento de pedir una bebida dulce y sin alcohol en la barra, para intentar auxiliar a su amiga, el trato que recibió por parte del personal del local no fue el mejor.

“Me dan un vaso con Coca Cola, pero cuando se lo voy a dar, me encuentro con que no podía tragar. Estaba totalmente inconsciente y temblando”, remarcó durante la charla con este cronista.

A todo esto, los minutos corrían y la ambulancia seguía sin aparecer, pese a que el personal de seguridad del comercio juraba haberla llamado.

De un momento, aparecieron dos móviles policiales, “pero los de seguridad no los dejaban entrar”.

Ahí fue cuando directamente, Listur levantó a su amiga y la llevó hasta su vehículo particular, con la intención de llevarla por sus propios medios a un centro asistencial.

En ese instante, los uniformados que habían arribado al local y el personal de seguridad, se opusieron a esto y “no nos dejaban irnos, decían que estábamos borrachas”.

Completamente conmocionada por lo que le ocurría a Jimena, a Listur no le quedó otra que aguardar ahí.

“La dejamos a mi amiga en la taquilla, y los de seguridad seguían haciendo entrar a gente como si nada pasara”, añadió la entrevistada.

Pasaron otros tantos minutos, “me volví loca y empecé a gritar y a llorar”, algo que parece haber dado resultado, ya que los agentes “nos subieron a un móvil y nos llevaron a una salita de Luján de Cuyo”.

Una vez en este centro asistencial, los galenos que la asistieron “le pasaron dos sueros, retomó la conciencia y nos llevaron en ambulancia hasta el Hospital Central”.

Ya en el nosocomio de Ciudad, Jimena quedó internada durante algunas horas y luego recibió el alta correspondiente.

Es cierto que ya han pasado unos días, y si bien “físicamente está bien”, su amiga asegura que la joven “anímicamente quedó muy mal”.

Listur, todavía shockeada por la difícil situación que le tocó vivir, no puede creer como “no mandaron ambulancias antes al lugar”.

“Estoy llamando al servicio de emergencias 911, y pido ambulancia, no entiendo porque me mandan dos móviles policiales”, remarcó.

Más allá de lo ocurrido con Jimena, la joven contó que a los días intentó pedir explicaciones por lo ocurrido a las autoridades de “Chiringuito”, pero “me bloquearon de todas las redes sociales”.

De todos modos, ni bien su hecho se viralizó, “un montón de chicas me escribieron contándome que les ha pasado lo mismo en ese lugar”.

“Los de adentro saben quiénes son los que están en eso de ‘dormir a las pibas’, drogarlas, es algo que pasa todos los fines de semana”, dijo con cierta normalidad.

Conocedora de la noche mendocina, expresó: “Yo salgo de los 13 años, tengo 31, y jamás me había pasado algo así”.

Sumamente molesta con el accionar de las autoridades sanitarias, terminó diciendo: “Están esperando que alguien se muera, o directamente que se lleven a una chica y la violen”.

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