Tras la devaluación, en Casa Rosada empezaron a comenzaron a estudiar la posible implementación de nuevos incrementos en combustibles y tarifas.
La idea es compensar el impacto del salto del 21% en el dólar oficial, dispuesto ayer sobre los costos de la energía y evitar una suba en los subsidios a las tarifas, lo que podría complicar el compromiso acordado con el Fondo Monetario para reducirlos.
“Las tarifas han tenido sus ajustes, ahora habrá que analizar el impacto del costo monómico de la energía producto de la devaluación simplemente para que no se desfajasen nuevamente los subsidios“, dijeron a Diario Clarín desde el Ministerio de Economía, haciendo referencia a que aplicarían un nuevo aumento en los precios que pagan hogares y empresas por la energía.
Durante los últimos 12 meses, las tarifas de luz aumentaron hasta un 500% en el AMBA y las de gas hasta 170% por la eliminación de subsidios. El último incremento, el quinto en lo que va de 2023, fue días atrás y causó reclamos de usuarios. Esto posibilitó que en el primer semestre del año se reduzcan las transferencias al sector energético a US$ 6.576 millones, después de acumular US$ 12.000 millones en todo 2022.
Pero el aumento del dólar volverá a impactar en subsidios. “El 90% del costo de generación eléctrico es en dólares”, explicó Julián Rojo, del Instituto Argentino de Energía General Mosconi. “El costo baja en primavera por la menor demanda y debería bajar la tarifa, no debería haber un cambio tan grande. Hacia delante, sí“, agregó Nicolás Arceo, director de Economía y Energía.
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En lo que refiere a las naftas, habrá negociaciones con las empresas. A fines del mes pasado, las petroleras implementaron un aumento del 4,5%, a la que YPF se sumó, adelantándose a las PASO. El ajuste de combustibles se discutirá dentro de Precios Justos, el programa de precios regulados que este martes será renegociado con las empresas y en el que se esperan cambios.
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En Hacienda argumentan que optaron por devaluar horas atrás debido a las “circunstancias políticas” tras la derrota electoral del domingo y la incertidumbre financiera, que en la apertura de ayer hizo caer los bonos hasta un 15%. “Fue la manera de poder enfrentarlo de manera más proactiva“, añadieron los informantes.
Los funcionarios entienden que el traslado a precios será menor que en las devaluaciones implementadas en 2018 y en 2019, si la brecha cambiaria no se descontrola. Ayer, bajó al 76% desde el 107% de la semana pasada. De todos modos, reconocen que la inflación podría llegar a dos dígitos. “No es descabellado”, aseguraron.
Ante las remarcaciones iniciadas el fin de semana, allegados a Sergio Massa apuestan a contener los aumentos en consumo masivo. Para ello, analizan “beneficios” en los acuerdos de precios, como el diferimiento de algunos anticipos impositivos. También, castigos, como las restricciones para acceder al nuevo dólar oficial de $ 350 para importar insumos.
El nuevo sendero supone un nivel superior a la pauta del 5% establecida hasta ahora para todos los productos y del 3,8% para la canasta de 2.000 artículos. El esquema contempla también paritarias “libres”, aunque en Economía ratificaron que el acuerdo con el FMI implica contener subas salariales del sector público para que “no haya un descontrol”.
Por último, será clave el desembolso del Fondo que aprobará el miércoles 23. El staff del organismo acordó liberar US$ 7.500 millones, a cambio de una devaluación, mayor ajuste del déficit fiscal y tarifas. Ahora, Massa busca un giro adicional. “Estamos negociando que se puedan aumentar los desembolsos”, subrayaron.