Este sábado, la agencia de noticias Télam publicó un curioso cable en forma de artículo periodistico, donde plantea las presuntas “contradicciones en Juntos por el Cambio sobre manejo de la pandemia y las PASO”.
Allí se asegura que, aunque gobernadores e intendentes opositores firmaron recientemente un crítico comunicado contra el Gobierno por las nuevas restricciones frente al Covid19, “respaldan sin embargo esas mismas medidas en sus distritos”.
Uno de los casos que se menciona es el de Mendoza: “Gobernadores opositores, como el mendocino, Rodolfo Suárez y el propio jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aplicaron, con ciertas morigeraciones, las mismas restricciones cuestionas por Bullrich en sus distritos”.
A continuación la nota completa:
Las últimas medidas anunciadas por el Gobierno nacional, en torno al manejo de la pandemia y la posibilidad de postergar las PASO y las elecciones legislativas, marcaron nuevas diferencias en Juntos por el Cambio (JxC) entre los sectores más abiertos al diálogo con el oficialismo, principalmente de aquellos dirigentes con responsabilidades ejecutivas, y el ala dura de la coalición opositora.
El último martes se reunió la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, tras lo cual la coalición opositora emitió un duro comunicado con críticas a la acción gubernamental frente a la pandemia y en rechazo a imposición de nuevas restricciones para mitigar el avance en el país de la segunda ola de coronavirus, en un contexto regional y mundial alarmante.
El documento puso en un brete a algunos intendentes, pero principalmente a gobernadores que debieron aplicar medidas restrictivas en sus propios distritos, a la vez que plasmaron su firma en el comunicado de JxC.
Del encuentro participaron los principales dirigentes opositores, entre ellos, Mauricio Macri, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Alfredo Cornejo, Martín Lousteau, Mario Negri y Gerardo Morales.
Sin esperar el anuncio del Gobierno nacional sobre las nuevas restricciones, los opositores anticiparon sus cuestionamientos y llamaron a “defender la mayor normalidad posible, que implica garantizar el derecho a la educación, el trabajo y el ejercicio de las libertades fundamentales”.
Además, juzgaron “preocupante que, frente al fracaso de la estrategia sanitaria del gobierno nacional, la respuesta repetida sea insistir con restricciones excesivas y mal calibradas”.
Las advertencias se conocían 24 horas antes de que el presidente Alberto Fernández anunciara, el miércoles, el detalle de las restricciones, basadas en un impedimento para circular durante la madrugada, y preservando las actividades productivas, medidas mucho más laxas que las aplicadas en muchos países de Europa, como Francia y Alemania ante la fuerte irrupción de la segunda ola de la Covid-19.
Ese mismo día, la titular del PRO, Patricia Bullrich, mano derecha de Macri, llamó a “resistir” la adopción de medidas para frenar el avance de la pandemia, mientras la cifra diaria de contagiados marcaba un récord por encima de los 20.000 casos cada 24 horas.
“Vamos a resistir en la medida en que sea totalmente irracional. De 23 a 5 va a destruir un montón de negocios. ¿Vas a seguir destruyendo restaurantes? Que lo hagan, pero la realidad es que la economía argentina no resiste más”, advirtió la exministra de Seguridad en declaraciones radiales
Sin embargo, gobernadores opositores, como el mendocino, Rodolfo Suárez y el propio jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aplicaron, con ciertas morigeraciones, las mismas restricciones cuestionas por Bullrich en sus distritos.
El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, por su parte, ordenó que la localidad de La Cruz retrocediera a fase 3 de aislamiento social obligatorio por un brote de 60 casos de coronavirus, tras lo cual el mandatario bonaerense, Axel Kicillof, juzgó que esa decisión contradice el comunicado de JxC.
Otros intentaron cierto equilibrio, como Rodríguez Larreta que en una conferencia de prensa el pasado jueves manifestó “no estar de acuerdo” con las restricciones a la circulación, aunque aclaró que “como toda norma, la vamos a respetar”.
Esta contradicción la marcó también el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, quien consideró “extraño” que “mientras Larreta firmaba esa carta (de JxC contra las nuevas medidas), su jefe de Gabinete y su ministro de Salud estaban sentados con nosotros trabajando sobre restricciones”.
El plan nacional de vacunación, calificado como un “fracaso” por parte de dirigentes de la coalición opositora, a pesar de ubicar a la Argentina por encima del promedio mundial en cuanto a la cantidad de inmunizados en proporción al número de habitantes, también generó ruidos en Juntos por el Cambio.
Con todo, la última crítica de la alianza opositora a la política sanitaria del Gobierno, otra vez con el protagonismo de Bullrich, fue culpar al Ejecutivo de prohibir la compra de vacunas a provincias, municipios e instituciones privadas, algo que desbarató el propio ministro de Salud porteño, Fernán Quirós.
Antes, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero aseguró que la crítica es errónea, ya que la ley lo permite, pero la adquisición es de difícil concreción debido que el mercado no da abasto siquiera con las compras que hacen los Estados como tales.
En medio de la polémica, en una conferencia de prensa junto a Rodríguez Larreta, el ministro de Salud porteño le dio la razón al Gobierno: “Hoy esto no encuentra una solución en el mercado, por eso es un debate abstracto”.
Las divergencias en JxC también se vieron plasmadas en torno a la postura sobre la eventual postergación por única vez y en contexto de pandemia, de las PASO y las legislativas previstas para octubre.
En aquel comunicado, la coalición rechazó un “cambio de las reglas de juego” porque “las reglas electorales son sagradas en una democracia”, a pesar de que cualquier modificación en el cronograma electoral debe pasar por el Congreso, como fija la Constitución Nacional.
Sin embargo, convocados por el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el jueves por la noche, el jefe del interbloque de diputados de JxC, Mario Negri, y los presidentes de los bloques de PRO, Cristian Ritondo, y de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, participaron en el Parlamento de las negociaciones con el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, por la posibilidad de alterar el calendario electoral.
El plan del Gobierno es postergar la fecha de las PASO para el 12 de septiembre, en vez del 8 de agosto como marca actualmente el cronograma electoral, y realizar las elecciones generales el 14 de noviembre.
La reacción opositora fue la de escuchar, y estuvo lejos de la inflexibilidad marcada en el comunicado dado a conocer tras la reunión partidaria. Incluso, se comprometieron a elevar la propuesta durante el próximo encuentro de la Mesa Nacional de la coalición.
Al salir del encuentro con el ministro del Interior, el diputado López indicó que es necesario ver “cuál es la fecha más oportuna para la elección, pero siempre cuidando que se respeten los tiempos que exige la Justicia electoral entre las dos elecciones, las PASO y las generales, y entre estas últimas y el vencimiento de los mandatos de los legisladores nacionales”.
“Planteamos tres propuestas concretas, entre ellas la boleta única de papel. También planteamos la necesidad de devolver el voto postal de los argentinos en el exterior y que los efectivos de las Fuerzas Armadas que el día de los comicios esté en funciones puedan sufragar en la mesa más cercana”, dijo por su parte Ritondo, quien lejos de rechazar la discusión planteó elementos para una negociación con el oficialismo.