Taxis: desde el sector alertan que están “en peligro de extinción”

Tarifas retrasadas, aumentos frenados, baja rentabilidad, la competencia de Uber y Cabify, el precio de autos cero kilómetros son algunos de los factores que ponen en jaque a un sector que representa a más de 5000 familias.

Pedro Guerra, presidente de la Asociación de Propietarios de Taxis y Remises (APROTAM), estuvo en comunicación con Radio News y habló sobre los motivos de una crisis agudizada que obligó al sector a pedir que se autorice un incremento del 47,2% de la tarifa actual.

“Hoy por hoy esto nos ayudaría a paliar un poco la baja de rentabilidad que tenemos en nuestra actividad“, comenzó diciendo Guerra. Entre las causas de esa baja enumeró la baja del uso del servicio, y el incremento del 70% del precio de los combustibles.

“Nosotros el aumento lo venimos pidiendo desde marzo. En mayo hubo una audiencia y hoy prácticamente el aumento está otorgado pero se encuentra parado en la fiscalía de Estado y no sabemos por qué”, expresó.

Las tarifas de taxis y remises podrían sufrir un incremento superior al 40%

En la charla, Pedro Guerra mencionó que el sector lleva muchos años arrastrando atrasos tarifarios. “En comparación con Capital Federal, por ejemplo, siempre hemos tenido un 40% de diferencia, cuando allí el precio del GNC era de $27, acá era de $45 o más”, graficó.

Otro de los motivos que intensifican la crisis del sector, según explicó Guerra, es la “competencia desigual” con las plataformas digitales como Uber y Cabify.

“La crisis también comienza cuando se sanciona la ley 9.086, que autoriza las plataformas electrónicas y nos pone en un marco de servicio de interés general y quedamos atados al servicio público en lo que es regulación de tarifas y de las unidades cuando ellos manejan una tarifa definida por la oferta y la demanda que tengan”, detalló.

Además, Guerra resaltó y denunció la falta de control sobre el servicio del transporte ilegal.

“Todo esto nos ha llevado a que nuestra actividad haya caído hasta estar en peligro de extinción. Por eso se ha presentado el pedido de crisis del sector en la Subsecretaría de Trabajo”, aseveró Guerra.

Enumerando otros datos que explican la situación, Guerra dijo que en un momento se llegó a casi un 30% de vehículos que no ofrecían el servicio por la baja rentabilidad de la actividad. “A ese panorama se sumó la falta de conductores. Hay que tener en cuenta que trabajan a porcentaje, ganan el 30% de lo que se recauda en su turno. Al ser tan baja la comisión, muchos optaron por irse a otras actividades“, agregó.

Si bien aseguró que ha aumentado levemente el nivel de trabajo, no ha corrido la misma suerte la rentabilidad.  “Nosotros estamos muy atrasados en la amortización de las unidades. Antes de la pandemia un vehículo 0KM salía $450.000 y hoy el mismo vehículo cuesta $1.800.000. Es abismal la diferencia”, resaltó. 

Ante la dificultad económica para enfrentar una renovación de la flota, en el 2020 se hizo un pedido de prórroga de la baja para aquellos vehículos que habían vencido y repetirán el pedido para aquellas unidades que van a vencer en diciembre del 2021.

“Si el gobierno trabajara para darnos créditos blandos, tendríamos que poner en tela de juicio cuál sería la cuota a pagar, porque es impresionante el desfasaje que se ha producido en el valor de los autos cero kilómetro“, hizo la aclaración ante uno de los pedidos que esgrimen desde el sector: créditos blandos.

“Hay muchas gente que está vendiendo las joyas de la abuela para no quedarse sin trabajo y van renovando de a poco las unidades, pero no son la mayoría. Por eso pedimos que se le de ayuda a una actividad que tiene más de 5000 familias que dependen de nuestro trabajo. Que no se olviden que es el transporte público más antiguo del país, estamos desde antes que el servicio regular”, finalizó.

 

 

 

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