En el cierre de la fecha 23 de la Liga Profesional de Fútbol (LPF), Gimnasia Esgrima de La Plata y Boca Juniors se enfrentaban en el Juan Carmelo Zerillo, pero a los 9 minutos del primer tiempo, el encuentro se suspendió debido a una serie de incidentes fuera del estadio.
Fuera de la cancha, se cruzaron hinchas del conjunto platense y la policía. La historia terminó con balas de goma y gases lacrimógenos, por lo que estas acciones obligaron al árbitro del encuentro, Hernán Mastrángelo a suspender el cotejo.
El árbitro Hernán Mastrángelo suspendió por falta de garantías el partido entre @gimnasiaoficial y @BocaJrsOficial, por la #Fecha23 del #TorneoBinance 🏆 El encuentro estaba 0-0 en 9 minutos del primer tiempo. pic.twitter.com/2yTosSip4m
— Liga Profesional de Fútbol (@LigaAFA) October 7, 2022
Los gases lacrimógenos ingresaron en forma de nube luminosa y blanca al campo de juego, atravesando la abigarrada multitud que inmediatamente empezó a sufrir las consecuencias de la humareda.
Primero fueron los hinchas y luego los integrantes de los bancos de suplentes quienes comenzaron a cubrirse los rostros. Estas reacciones provocaron, por ejemplo, que el director técnico boquense, Hugo Ibarra fuera el primero en solicitarle al árbitro Mastrángelo que interrumpiera el encuentro porque el nivel de afectación que tenía en sus ojos le impedía la visión.
Esto llevó a que el entrenador de Gimnasia, Néstor Gorosito, hiciera lo propio, y estas acciones se fueron haciendo extensivas a los propios futbolistas.
Las imágenes del caos, desde adentro del Bosque. pic.twitter.com/E2hn4r6lTb
— SportsCenter (@SC_ESPN) October 7, 2022
Los hinchas en las tribunas encontraron en el campo de juego la única vía de escape posible y cientos de ellos saltaron al césped desde los alambrados perimetrales.