Las 300.000 dosis de la vacuna Sputnik V que llegaron a la Argentina y cuyas 5.500 arribaron esta mañana de lunes a Mendoza, consistió solo en la primera dosis de dos inyecciones, que es la más fácil de preparar en relación a la segunda que presenta más complejidad, informó Reuters.
Eso explicaría la cifra que llegó a Mendoza cuando en un principio se dijo que llegarían 11.100.
Si bien otras vacunas contra el COVID-19 se administran como dos inyecciones del mismo producto, la vacuna rusa Sputnik V se basa en dos dosis administradas con diferentes virus inactivos, conocidos como vectores.
El Instituto Gamaleya, que desarrolló la vacuna asegura que tiene una efectividad superior al 91% después del curso de dos dosis.
La preocupación surge dado que algunos fabricantes rusos están encontrando que la segunda dosis, que se administra 21 días después de la primera, es menos estable.
Sin embargo, una fuente cercana al proceso de fabricación, y otra del gobierno, dijeron que el envío estaba compuesto solo por dosis excedentes del primer componente, que se había producido en cantidades mayores que el segundo.
La fuente cercana al proceso de fabricación dijo que los fabricantes de vacunas ahora estaban trabajando para igualar la producción de los dos componentes.
“Es cierto que los problemas tecnológicos persisten (…) Se produce más del primer componente por litro en biorreactores que de la segunda dosis”, explicó.
“Pero muchos productores simplemente están instalando más biorreactores para producir la segunda dosis. Eso es todo. Si su reactor produce menos por litro, entonces necesita más capacidad”, dijo la fuente.
Generium, una de las firmas farmacéuticas rusas privadas encargadas de producir Sputnik V, dijo que actualmente está produciendo ambos componentes de la vacuna en cantidades iguales.