Este viernes, los talibanes anunciaron la vuelta a las aulas de los adolescentes afganos después de más de un mes de pausa. “Todos los profesores y estudiantes varones deben asistir a sus instituciones educativas”, dice el comunicado, que no menciona a las adolescentes.
Según dijo a AP el gobernador talibán de Helmand, permitirán que las estudiantes de esa región asistan a sus estudios hasta las clases de sexto y séptimo grado “vistiendo la ropa islámica aceptada por la ley Sharia”. El grupo talibán apuntó que no permitirán ni aceptarán “un sistema educativo creado por extranjeros”, por lo que ignoran el derecho de las niñas a la educación superior.
Durante su último gobierno entre 1996 y 2001, los talibanes tenían prohibido a las niñas acudir a la escuela y trabajar. Si bien en muchas partes del país permiten la educación primaria de las menores, estas no podrán acceder a estudios más avanzados ni realizar trabajos fuera de casa, a excepción de las mujeres que trabajaban en el sector de la salud.
Desde Unicef, la agencia de la ONU para la infancia, celebraron la reapertura, pero dijeron estar “profundamente preocupados de que a muchas niñas no se les permita regresar en este momento. Las niñas no pueden ni deben quedarse atrás. Es fundamental que todas las niñas, incluidas las mayores, puedan reanudar su educación sin más retrasos. Para eso, necesitamos también que las maestras reanuden la docencia”.
"@UNICEF celebra que las escuelas secundarias de #Afganistán reabran mañana después de meses cerradas por el #COVID19. Sin embargo, nos preocupa profundamente que no se permita el regreso de muchas niñas en este momento.
Las niñas no pueden, ni deben, quedarse atrás". https://t.co/pDtwCBA6i4— Noticias ONU (@NoticiasONU) September 17, 2021
Según el organismo, antes de la pandemia y la toma talibán del país, más de 4 millones de menores no acudían a la escuela, el 60% eran niñas. Si bien en las últimas dos décadas las matrículas escolares de niñas y adolescentes aumentaron de un millón a casi 10 millones, la vuelta al régimen talibán supone un retroceso para el derecho a la educación de las afganas, una forma de truncarle los sueños a millones de mujeres.
Disolución del Ministerio para Asuntos de la Mujer
El grupo islamista también anunció este viernes la disolución del Ministerio para Asuntos de la Mujer, creado en 2001 y encargado de velar por los derechos de las mujeres afganas. En su lugar, han creado el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, enmarcado en las normas islámicas que aplican extremamente los talibanes.
Pese al rechazo de los talibanes a dejar acceder a las empleadas del ministerio anterior a las oficinas, muchas mujeres siguen oponiendo resistencia al extremismo talibán, conscientes de que sus manifestaciones públicas contra los insurgentes pueden costarles la vida.
Algunas exempleadas se congregaron a las puertas del edificio del antiguo ministerio para criticar la decisión del grupo: “Decimos a una voz que no le damos nuestro ministerio a nadie. El fundamento del Ministerio de la Mujer se ha puesto para las mujeres desde el principio y este ministerio es para las mujeres. No se lo damos a nadie, así que por favor pongan atención a la situación de las mujeres en Afganistán”.
Las trabajadoras exigen que se respete la voz de las mujeres afganas y su derecho al trabajo, pero las puertas están cerradas y custodiadas por la brutal policía talibán, que como se ha visto en las últimas semanas, no les tiembla la mano a la hora de castigar a las mujeres disidentes con golpes en la vía pública.
Fuente: France 24