La gimnasta estadounidense Simone Biles, quien renunció a participar de cuatro de cinco finales en los Juegos Olímpicos de Tokio para preservar su salud física y mental, fue destacada como la “Atleta del año” por la revista Time, que destacó su capacidad para dar “un paso extraordinario y decir ‘es suficiente'” .
Biles, de un enorme talento, “con los ojos de todo el mundo posados sobre ella, fue capaz de dar un paso extraordinario y decir ‘es suficiente'”, explicó la publicación neoyorquina.
Introducing TIME’s 2021 Athlete of the Year: @Simone_Biles #TIMEPOY https://t.co/RHVo1LIvse pic.twitter.com/HK9vJWhRan
— TIME (@TIME) December 9, 2021
Biles apenas pudo disputar una de las cinco finales en las competencias para las que estaba inscripta en los Juegos de Tokio, donde defendía los oros olímpicos obtenidos en Río 2016.
La gimnasta decidió renunciar acosada por sus propios fantasmas para no poner en riesgo su integridad, más allá de los compromisos asumidos, y luego confesó que era víctima de un trastorno de ansiedad conocido como “twiestis”, recordó ANSA.
Su coraje para admitirlo públicamente abrió un debate respecto de las presiones a los que son sometidos los atletas, incluso los de elite, como ella y como la tenista japonesa Naomi Osaka, ex número uno del mundo que puso punto final a su participación en octavos en la cita olímpica en la que había sido la encargada de encender el pebetero debido a esas mismas presiones.
“Debo hacer lo que creo correcto para mí y concentrarme en mi salud mental sin ponerla en riesgo”, decía Biles, de 24 años.
“A veces siento como si tuviera todo el peso del mundo sobre mí. No somos apenas un entretenimiento, somos mucho más que eso”, decía también tras participar en la prueba de barra de equilibrio, única competencia que finalmente logró disputar.
Biles también fue una de las víctimas que se atrevió a denunciar al Larry Nassar, exmédico del equipo de gimnasia estadounidense condenado a prisión por abusar de más de 250 atletas, la mayoría de ellas menores de edad.