La producción del sector textil en el primer semestre del año mostró una expansión del 42,5% respecto a igual período de 2020, mientras que el segmento de prendas de vestir el incremento fue del 60,7%, según un informe elaborado por la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES).
“Durante el primer semestre del 2021, la producción de todo el segmento textil pudo seguir con su sendero de recuperación y posicionarse por encima del nivel prepandemia”, sostuvo la consultora.
De esta manera, entre enero y junio el sector mostró una expansión acumulada del 42,5% respecto a igual período de 2020 de fuerte retracción por la pandemia, y reflejó una normalización en junio con un alza del 23,9%.
La recuperación de los tejidos de algodón sirvió para aumentar la oferta de materia prima y que el segmento de prendas de vestir pueda abastecer la recuperación que mostró la demanda, analizó el trabajo.
En consecuencia, durante el primer semestre se ubicó un 60,7% por encima de lo sucedido un año atrás, en tanto que en junio, si bien se desaceleró respecto a los meses previos, alcanzó un ritmo del 67,3% interanual.
En cuanto a los precios de la industria, avanzaron por encima del nivel general, y la consultora estimó que “el comportamiento de los últimos meses puede deberse a mayores niveles de protección comercial y las restricciones de acceso al mercado de cambios para las importaciones”.
De esta manera, en el mes de junio de 2021, el crecimiento interanual de los precios de la ropa en general alcanzó al 61,4% respecto a igual mes de 2020, manteniéndose sustancialmente por encima de la inflación general que fue de 43,9% en el mismo período del IPC CABA.
Por otra parte, desde el mes de diciembre de 2020 el segmento textil acumuló un incremento del 27,8%, mientras que el IPC CABA lo hizo a un ritmo del 23,4%, casi 5 puntos por encima del nivel general, continuando el proceso de recuperación de renta.
Finalmente, las exportaciones de la industria resultaron en US$ 160 millones y mostraron un crecimiento acumulado del 54,6% frente a los US$ 104 millones de un año atrás, en tanto los envíos en volúmenes al exterior se recuperaron un 38,3%.
Las importaciones, estas también mostraron una expansión, como consecuencia de la recuperación del consumo de productos textiles, y alcanzaron los USD 613 millones con un crecimiento del 10,3%.
El saldo comercial fue negativo en USD 452,7 millones y se mantuvo estable respecto al primer semestre de 2020.