Días atrás, la Patrulla de Rescate de la Policía pudo bajar los cuerpos de dos andinistas desde el cerro El Plata, que estaban desaparecidos desde 1996, y cuyos cadáveres se encontraban buen estado de conservación.
Previo al rescate de los cadáveres, el que dio con el descubrimiento, fue el guía de montaña Juan Cruz Rodríguez.
Mediante un posteo en sus redes sociales, y que luego fue compartido por los colegas de Vox Populi, Rodríguez contó cómo fue el hallazgo.
El guía se encontraba solo en la montaña, luego de haber pasado una noche. Posteriormente, y en momentos que iba camino a la cumbre en medio de mucho frío, y a más de cinco mil metros: “De pronto vi una varilla de una carpa, me resultó extraño pero seguí caminando para arriba, dos zig-zag más y a la izquierda una tela rosada, ahí si me empecé a cuestionar algunas cosas, pasaron unos segundos, dos pasos más y cuando miro al filo donde iba a salir vi un bulto grande de colores y parecía que alguien me estaba mirando”, comentó.
“Acá si me quedé sin aire y me empezó a dar muchísimo miedo, en este momento cambió todo mi pegue, ya me imaginaba toda la situación, cuando me acerco eran dos personas acostadas una al lado de la otra, como si hubieran intentado pasar la noche, realmente sentía que me estaban observando, y que sabían que yo estaba ahí, eran alma y cuerpo juntas, de verdad sentía que uno se iba a levantar, tuve mucho miedo y a la vez tristeza por el desamparo de esos chicos intentando pasar el pesto con algo de esperanza”, sostuvo, describiendo el momento preciso del hallazgo.
“Estuve un minuto pensando que alucinaba y el resto fue caer en la cuenta de que todo era real, decidí no quedarme más tiempo y salir lo antes posible a la cumbre para poder bajar a Vallecitos y regresar a casa”, señaló.
Posteriormente, el guía hizo dedo para volver a la Ciudad. A los pocos minutos, logró que una pareja de andinistas lo levante, y les contó lo que había pasado, aún conmovido por la situación. El hombre que manejaba le contó que esos cuerpos eran los de Nicolás Ibaceta y Roberto Leroy. “No tengas miedo, lo que te acaba de ocurrir es un regalo de los apus del monte, vas a dejar a mucha gente tranquila y en paz”, le manifestaron al joven guía.
“Abrazos enormes para toda la gente que los conoció y compartió un rato con Nico y Leroy, sepan que lo estaban dando todo y estaban buscando un lugar para intentar pasar la noche o el día de pesto, la montaña decidió quedárselos un largo tiempo, hoy, fue momento de soltarlos para poder darle una oportunidad a la familia de despedirlos y verlos una última vez, deseo paz para todas las personas que tanto los extrañaron y tanto los buscaron, y para la familia, que puedan cerrar este ciclo de espera en paz. Nico y Leroy, grandes Titanes del monte”, finalizó su publicación Juan Cruz.