Las nuevas restricciones que impuso el presidente Alberto Fernández con el objetivo de frenar la segunda ola de coronavirus no fueron de buena manera por la gente según una encuesta (ver al pie). Es que al 40% le generó “indignación” y a un 17,5% “bronca” el anuncio presidencial y apenas un 7% cree que las nuevas medidas van a durar solo 15 días.
El sondeo, publicado por diario Perfil, fue realizado por Giacobbe & Asociados entre el 15 y 16 de abril vía online a dispositivos móviles. Y se realizó a 2.500 encuestados en la Provincia y Ciudad de Buenos Aires con un margen de error del +/- 2%.
Cuando a los consultados se les preguntó qué habían sentido al escuchar el discurso de Alberto Fernández en el que anunció las nuevas restricciones, 40,7% respondió que “indignación”, 17,5% “bronca” y 8,2% “tristeza”. En cuanto al lado positivo, 20,7% dijo que sintió “seguridad” y 12,3% “confianza. Así, la connotación negativa es de 66,4% y la positiva 33%.
“Entre el 20.7% que sintió “seguridad” y el 12.3% que sintió “confianza” tras los anuncios del presidente de endurecimiento de la cuarentena, rondamos siempre el 33% de población que apoya al gobierno, sus integrantes y/o sus políticas. No es poco. Un tercio de la población”, expresó el director de la encuestadora, Jorge Giacobbe.
Y siguió: “Pero en la dinámica de la conversación social se siente fuerte el grito del 17.5% que siente “bronca” sumado al 40.7% que siente “indignación” porque además de ser más, tras los errores del gobierno, tienen argumentos muy sólidos. Una mayoría puede ser silenciosa si no encuentra los argumentos para debatir, pero salta a la luz brutalmente cuando los enfoca y ejerce”.
Sobre las medidas en particular, 41,3% dijo estar de acuerdo con la restricción horaria entre las 20 y 6, mientras que 50,8% se mostró en contra. Y sobre la suspensión de clases presenciales, 33,0% afirmó estar a favor y un 63,4% rechazó la medida.
Otro de los puntos fue sobre la duración de este nuevo aislamiento. 7,7% opinó que apenas va a durar 15 días, 14,5% que se van a extender por un mes, 34,4% cree que va a durar todo el invierno, 22,9% dijo que el Gobierno lo va a extender todo el año. Finalmente, un 19,8% dijo que no sabe.
“La credibilidad de los plazos establecidos por Alberto, en cambio, está por el piso. Tan solo el 7.7% cree que realmente va a durar 15 días. Otro 14.5% cree que va a durar un mes. Ya nos fuimos al doble del plazo y todavía no suman treinta y tres los porcentajes. Un 34.4% cree que va a durar todo el invierno, nos vemos en septiembre. Otro 22.9% cree que va a extenderse todo el año, y nos vemos en navidad. No es poca (19.8%) la cantidad de gente que no tiene idea de cuánto puede durar, con estos, nos vemos en Disney“, opinó Jorge Giacobbe.
El traslado de las restricciones a la política
Estas nuevas medidas también golpean al Gobierno nacional ya que sólo un 27% quiere que el Frente de Todos gane las elecciones legislativas 2021, mientras que un 56,7% quiere que pierda.
Esto también impacta en las imágenes de los principales dirigentes. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, es quien tiene mejor imagen con 41,0% positiva (la más alta) y 29,3% negativa (la más baja).
En ese marco, le siguen la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, (40.6% positiva y 39.6% negativa), la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal (37.5%% y 40.7% ), el presidente Alberto Fernández (27.6% y 60.3%), la vicepresidenta Cristina Kirchner (25.1% y 64.1%), el gobernador bonaerense Axel Kicillof (23.3% y 62.5%) y el expresidente Mauricio Macri (21.2% y 50.7%).
“El vuelco de identidad de Alberto Fernández durante el trajín de la pandemia ha representado un cambio rotundo en el ánimo social. Los ciudadanos hemos pasado “de sacarnos el sombrero” a “ponernos el casco” en tan solo un año”, opinó Giacobbe.
En esa línea, comentó: “Aquel Alberto que gozó de 68% de imagen positiva al inicio de la cuarentena, cayó más de cuarenta puntos porque abandonó todos los atributos de identidad que la sociedad supo reconocer. De refugiarse en la ciencia y en las estadísticas, pasó a sustentarse en los ejemplos que no configuran regla (los niños juegan con sus barbijos). De la empatía a la falta de ella (no importa la economía, la angustia no existe). De la coherencia a la incoherencia, de ser predecible a impredecible, de comandar en grupo (nosotros) al individualismo del macho alfa político (yo), de estar ajustado a derecho a DNU polémico. De construir política pública y también figuras políticas (junto a sus ministros y la oposición), a destruir el diálogo y los personajes que lo rodean (desconociendo a propios y ajenos)”.