Muchos fabricantes hacen que los productos adquiridos, a la hora de ser reparados, sea una misión casi imposible, ya que se necesitan manuales, herramientas e incluso componentes que en muchos casos sólo pueden ser adquiridos por los servicios técnicos oficiales.
En tal sentido, se logró lo bautizado como “derecho a reparar” que en los últimos tiempos ha tenido un avance en la Unión Europea. Se trata de una medida en la cual los fabricantes deberán ofrecer las herramientas, manuales y componentes a cuyo comprador que desee reparar el producto adquirido por cuenta propia.
El 25 de noviembre pasado, el Parlamento europeo aprobó una ley que precisamente permite avanzar en la pelea por el “derecho a reparar”. La misma empieza a regir el corriente mes de marzo y cuyo objetivo refiere al aumento de la vida útil de los dispositivos electrónicos y de esta manera lograr un menor impacto medioambiental.
Según Xataka, la misma exhorta a los fabricantes a ofrecer productos sencillos de reparar sin herramientas especiales, como así también la entrega de los manuales en los cuales se detalle de qué manera llevar adelante la reparación.
Es complicado medir el alcance de esta ley ya que el cierto que los electrodomésticos suelen tener piezas difíciles de reemplazar si no hay una experiencia previa. Lo que no se puede eludir es el hecho de que es un paso que tratará de evitar que los ciudadanos europeos generen 16 kilos de residuos eléctricos cada año, de los cuales, la mitad, provienen de electrodomésticos que dejan de funcionar.
De esta forma se espera que los fabricantes informen la vida útil estimada de los dispositivos a través de un etiquetado. Así, un televisor o una heladera podrían tener una vida útil de unos 10 años y lograría facilitar el proceso de reparación en ese lapso de tiempo.