Un avión privado modelo Challenger 300 (matrícula LV-GOK) protagonizó un trágico accidente en las inmediaciones del aeropuerto de San Fernando. Proveniente de Punta del Este, la aeronave se despistó al aterrizar, terminando incrustada contra una vivienda cercana. El siniestro dejó un saldo de dos fallecidos: Martín Fernández Loza, de 44 años, piloto de la aeronave, y Agustín Oforte, de 35 años, quien ocupaba el puesto de copiloto. Ambos eran los únicos tripulantes a bordo.
El avión pertenece a la familia Brito, pero había sido alquilado a un tercero como vuelo charter. Según información oficial proporcionada por la Municipalidad de San Fernando, el incidente ocurrió pasado el mediodía, cuando el avión se salió de la pista, colisionó contra una casa y generó un incendio de gran magnitud. Las causas del accidente aún se desconocen y están siendo investigadas bajo la supervisión de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado.
Los Bomberos de San Fernando desplegaron un amplio operativo para sofocar el fuego y evacuar a los vecinos de la zona afectada. Testimonios relatan que la aeronave llegó a tocar pista antes de perder el control. Una vecina, propietaria de la casa impactada, explicó que estaba en el baño al momento del accidente. “La casa está toda agrietada; el avión explotó tres veces y provocó daños graves en varias viviendas de la cuadra”, relató.
Por otro lado, un comerciante de la zona, que presenció el hecho, describió el dramático momento: “Vi que el avión aterrizó, pero no frenó y siguió hasta romper el alambrado. Hubo una bola de fuego y luego explotó”. Las autoridades continúan trabajando en el lugar mientras se espera el avance de la investigación que permita esclarecer lo sucedido.