El 2 de mayo del año 2007, Roger Federer y Rafael Nadal protagonizaron un duelo que pasó a la historia del tenis. Los dos mejores tenistas de la historia se enfrentaron en la Batalla de las Superficies.
Dicho encuentro tuvo de escenario el Palma Arena de Mallorca y la pista estaba dividida en dos partes: mitad polvo de ladrillo y la otra de césped.
En aquel entonces, Federer era el número uno del mundo y registraba la impactante cifra de 42 victorias consecutivas sobre pasto. Además, había levantado los últimos cuatro títulos en Wimbledon, entre 2003 y 2006.
Por el otro lado, estaba Nadal, quien le pisaba los talones al suizo y se ubicaba en el segundo escalón del circuito. A su vez, el español acumulaba una marca de 72 triunfos al hilo en polvo de ladrillo, racha que llegaría a 81 semanas después, siendo el récord absoluto. También era el bicampeón de Roland Garros (2005 y 2006).
A modo de conclusión, podemos decir que se enfrentaron los tenistas más dominadores de ambas superficies de todos los tiempos.
La histórica cita contó con la presencia de más de 7.000 espectadores, que se deleitaron con un partido único en los libros del tenis y tanto Nadal como Federer, se lucieron e hicieron de las suyas.
Finalmente, el cotejo se lo llevó el mallorquín 7-5, 4-6 y 7-6 (10) y se coronó como el “Rey” de las superficies. Exhibición que se intentó repetir, pero no tuvo lugar. Es por esto, que este duelo pasara a la historia grande de este deporte.