El turismo, muy lentamente, comenzó a moverse en el país, en el medio de la contradicción que genera el temor al contagio del coronavirus y la necesidad de estar fuera de casa para esparcirse luego de meses de aislamiento.
Los destinos pueden variar entre playa, montaña o campo, pero todo es válido a la hora dejar atrás los tiempos de encierro que se produjeron a raíz de la pandemia.
Sin embargo, a la hora de decidir cuál será el lugar elegido para hacer turismo, es importante tener en cuenta el riesgo de contagio. Como ejemplo se puede mencionar las playas de Pinamar, donde no faltó el aglutinamiento de gente y en muchos casos la falta de la debida protección.
Asimismo, en muchos lugares se registraron una gran cantidad de fiestas clandestinas que luego debieron ser desactivadas por autoridades municipales.
En ese sentido, el Gobierno nacional analizó varios puntos turísticos con el fin de determinar qué tan viable resulta ser sanitariamente la visita a esos lugares dividiéndolos en 4 grupos: riesgo bajo, riego medio, riesgo alto, y riesgo muy alto.
Según lo publicado por diario Clarín, el resultado fue el siguiente:
Riesgo Bajo: Purmamarca (Salta), San Rafael y Tunuyán (Mendoza).
Riesgo medio: Merlo (San Luis), Cafayate (Salta) y Mina Clavero (Córdoba).
Riesgo alto: Pinamar (Costa Atlántica bonaerense), Gualeguaychú (Entre Ríos) y Calamuchita (Córdoba).
Riesgo muy alto: San Bernardo (Costa Atlántica), Las Grutas (Río Negro) y Villa La Angostura (Neuquén).
Este análisis se efectuó a partir de los resultados que surgieron a raíz del decreto que regula el DISPO (Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio).